Cien poemas: Suspicious Man
11.-Elvis Presley, Richard Gere, Valerie Kaprisky, Breathless y los 80

24 de julio de 2011

Apareció en verano de 1986. Con el vídeo Beta. La alquilé en el videoclub del barrio (Amara-Donosti) y me enamoré. Me enamoré de Valerie, me enamoré de la pareja que hacía junto a Richard Gere. Creo, de hecho, que es la primerísima vez que el concepto "pareja" entraba en mi cabeza. Me enamoré de la película, me enamoré del personaje pirata de Gere, me enamoré de ella, estudiante de Arquitectura. Me enamoré del conflicto y del peligro que a ella le seduce y que él tiene que intensificar para enamorarla.

Me enamoré de la banda sonora de la peli. Y de escenas ñoñas y ochenteras llenas de azucar. Secuencias completamente diabéticas que ahora me pellizcan dentro del corazón.

Pero, sobre todas las cosas estaba Valerie Kaprisky, otra más de esas bellas y turbadoras actrices francesas como Isabelle Adjani, Beatrice Dalle, Emanuelle Béart o Sophie Marceau. Sinceramente, creo que hubiera matado por cualquiera de ellas. Ustedes me entienden, claro está.

Hablo de la pasión.
De eso que te sucede de joven (y no tan joven) que te vuelve completamente loco, que te ofusca, que te constriñe por dentro hasta el dolor por la ausencia, que no te deja morir, que te hace crecer una fuerza creadora terrible, que te lleva a la barra del bar una y otra vez para olvidar, para recordar, para crear, para morir.

Hablo de lo que te pasa cuando ves a esta mujer que se está dando cuenta que está enamorada.



Hablo de que todo se va al puto carajo cuando en Breathless, suena Elvis Presley. Suena Suspicious Mind.



Y el cine nos regala esta secuencia, que desde entonces la llevo dentro y me da la vida, me da la pasión, que es lo que hay que tener para amar. Para amar lo que sea. Para amar, por ejemplo, tu profesión. En mi caso, el Periodismo.



Si queréis, os pongo el trailer.



MÁS INFORMACIÓN
'A bout de souffle', la original de JL Godard.

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