Meneses mira a Meneses

12 de mayo de 2013


Tengo apuntado: "Tras terminar de hablar contigo he recordado que el año pasado, en septiembre, en una de las muchas veces que estuve con Enrique, estaba él viendo fotos suyas para uno de sus innumerables proyectos y se me ocurrió fotografiarle. 

Me resultó entre curioso e interesante cómo el Meneses octogenario miraba en la pantalla de su pecé al Meneses treintañero, en torno a 1956-58, en las ruinas del templo egipcio de Luxor". Además, en el encuadre, aparecía como por arte de birlibirloque 'otro' Meneses más. Magia Meneses.

Hoy, por fin, y gracias al gran Kike Álvarez, autor del reportaje 'Cien Miradas' sobre la obra de Meneses, he podido desarrollar las notas y escribir.

Son tres Meneses. Meneses mira a Meneses. Meneses pasado, presente y futuro. Espero que os guste.


Meneses mira a Meneses


Finales del último verano de Meneses, el de 2012, antes de fallecer en enero de 2013.

Meneses contempla desde su butaca desde la que controla y comunica con el mundo una colección de fotos de sus años sesenta, 'My sixties', se llama la carpeta que tiene almacenada en Drop Box.

Se ha detenido porque aparece él. Es Luxor. Es un Enrique Meneses que solo conocemos a través de su trabajo, de sus fotografías. Pero ahí le vemos en la plenitud de su juventud, con treinta y pico años.

Así me imagino que estará ahora, como escribió Ramón Lobo, fumando un cigarrito en la orilla del Nilo, con un whiski con hielo en la otra mano, pensando su próxima aventura, como si las aventuras hubiera que pensarlas, cuando solo surgen, aparecen, revientan y uno se lanza y se deja llevar por el nuevo camino.

Al fondo, el anuncio de cartón troquelado, en la pared o sobre una de las varias pilas de revistas y libros y periódicos que acumulaba en su salón y que tenían su orden estratégico, del anuncio de película fotográfica marca AGFA, en el que aparece Enrique cámara en mano, ya en su madurez, como queriendo fotografiar una escena del pasado y del presente que la estamos contando en el futuro.

En esta escena ya no es el viejo Meneses recordando al joven Meneses en Luxor. Es el Meneses que trabaja en Madrid y que en los años ochenta quiere captar esa escena del futuro que mira al pasado. 

Solo Enrique Meneses es capaz, una vez más, de sacar estas fotos no ya jugando con luces y encuadres, con historias y noticias, sino directamente con el tiempo, porque Enrique ha sido, es y será un tipo grande en el pasado, en el presente que compartimos con él y en el futuro que viviremos recordando sus enseñanzas.



PD. La primera semana de junio se presenta el libro 'Meneses. La vida de un reportero', de la editorial La Fábrica. La edición de las fotografías es de Chema Conesa y los textos son de Gumersindo Lafuente y este que os escribe.

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