Historias de resets

22 de noviembre de 2008


Más allá de la maldita rutina y de la edad. Más allá de Ignatius Reilly. Más allá del talento y la mediocridad. Más allá de los celos y de las envidias.

Más allá de la estupidez humana, proverbial e infinita.


‘Historias de resets’ son historias de valientes.

Cuéntame la tuya.


Cuéntame cómo volviste a empezar.

No quiero saber por qué lo hiciste. Sólo, cómo lo hiciste. Y si te fue bien o te fue mal. Si escribiste esa canción o terminaste el libro. Si pese a no volver a triunfar sentiste que te habías quitado un peso de encima. Que volvías a ser la persona que siempre quisiste ser hasta hacerte mayor.

Gracias, valientes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El subtítulo de mi blog es "tengo clavada en la nuca la mirada del hombre que quisiera ser", una versión de un verso de J. Bonilla.

Y en eso ando. Intentando siempre dejar satisfecho a ese que me mira desde atrás diciendo... "ey, espero determinadas cosas de ti". No es una presión familiar, ni de amigos, es la mía propia, acumulada durante años.

Guiado por esa mirada he dado un vuelco profesional. He renunciado a dinero, a estar en "la pomada", a una proyección más o menos estable o garantizada, para hacer lo que se supone que quiero hacer. Reset. And go.

Anónimo dijo...

Lo mio es al contrario. Reseteo continuo al estilo Gato Pardo: todo tiene que cambiar para que nada cambie. Una pesadez.

Objetivo: Dejar de cambiar para que todo cambie.

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