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El Derby de la Copa entre el Athletic de Bilbao y la Real Sociedad entra en la Historia del Periodismo

31 de marzo de 2021

Este sábado día 3 de abril de 2021 se juega, por fin, la final de la Copa de Fútbol, que se tuvo que aplazar el año pasado por la pandemia. Se quería esperar para poder jugarla con público en las gradas, pero la insistencia de la maldita covid no lo ha permitido. El estadio de la Cartuja, en Sevilla, será testigo de una final que es un derby entre dos de los equipos con más personalidad del fútbol europeo y, con permiso, de todo el planeta.

Sé lo que digo. Soy donostiarra de la Real Sociedad y estudié carrera y máster en Bilbao, donde hice prácticas, precisamente, en El Correo, uno de los mejores periódicos del mundo. Puedo decir, sin que me tiemble la voz, exactamente lo mismo de El Diario Vasco. También pude hacer prácticas en este periódico guipuzcoano, donde me enseñaron a escribir. Además, en sus páginas, mi Aita me enseñó a leer.

Un Derby entre el Athletic y la Real o entre la Real y el Athletic, en Bilbao o en San Sebastián es, probablemente, la mayor fiesta del fútbol del mundo entero. No sé si en Glasgow me perdonarán mis palabras. Sé que tengo que vivirlo, ya que un Rangers-Celtic es el derby más antiguo del mundo. Pero el que vivimos los leones y los txuri urdin es único. 

Nadie nos gana a rivalidad, a chistes malos, a escarnios diversos y a todas las mofas del mundo. Pero solo somos eso, y nada más que exactamente eso; rivales. Recuerdo que con un gol de Bakero eliminamos en San Mamés al Athletic para presentarnos en la final de la Copa de Zaragoza. Estábamos detrás de la portería en la Catedral con nuestras bufandas rodeados de Herri Norte por todas partes. Todo fue piques y comentarios, cigarritos y farias, kalimotxo y descojone. 

Cuando al final, les eliminamos, todos nos daban la mano con fuerza y nos decían "Ahora, tenéis que ganar la Copa". Salimos hacia Pozas, la mítica zona de potes junto a la Catedral y seguimos de copas por el Casco Viejo hasta pillar el primer tren de vuelta a Getxo a las seis de la mañana, trompas perdidos, felices, cansados y con nuestras bufandas txuri urdin. No es que desde que saliéramos de San Mamés no nos dejarán pagar ni un puto zurito, es que nos invitaron hasta el tren. Son así. Somos así.

Recuerdo por ejemplo cuando a Cris la llevé a ver el derby en Donosti. Ella, que estudió en la Universidad de Sevilla, recordaba los encuentros entre el Betis y el Sevilla y se mostraba un poco atemorizada. Lógico. Cuando el Betis y el Sevilla se enfrentan la mágica ciudad -aires de Roma andaluza en su dibujada cabeza, que escribió Lorca de Sevilla para el torero-, la Policía Nacional establece un dispositivo de seguridad tal que divide la ciudad en dos para que sendas aficiones no se encuentren juntas ni un solo segundo, por la que se puede liar, que se lía.

Aquí, y digo aquí aunque ahora mismo esté escribiendo desde Granada. Decía que aquí, en el caso de Donosti, las dos aficiones se citan en Loviejo sin citarse. Sin guasaps ni mierdas. Todos los bilbainos saben que antes del partido hay que ir a la Parte Vieja de potes, a repetir que en la Bahía de la Concha hay que construir un aparcamiento y a decir a tododiós que el marco incomparable del Arriaga es mucho más bello que el de la Concha.

Superentonces se superllena Loviejo de superbilbainos, esos lindos superleones que todo lo hacen supergrande. Al champán le llaman Agua de Bilbao y, claro, nunca pagan porque en Donosti el agua es gratis. Cuando van al muelle se ponen a hablar de su Superpuerto, que no es más que técnicamente el Abra Exterior, con sus espigones rotundos. Cuando piden los vinos y las kañas ponen voz de tenor para impresionar y para decir cómo han llegado cuentan que han venido por la Supersur, que no es más que un vial que lleva de Bilbao a Muskiz para luego cruzar la muga y veranear en Castro (de Castro Urdiales, Santander). 

Por supuestísimo, los jugadores del Athlétic son los leones y su estadio, San Mamés, la Catedral del Fútbol, que escriben con mayúscula mientras que la catedral de Santiago, en el Casco Viejo de Bilbao, la escriben con minúscula. No podría ser de otra manera. Dios es muy importante en Bizkaia, que tuvo que copiar a Gipuzkoa su Santo Patrón, San Ignacio de Loiola. Pero el Athletic es que es la rehostia. Con perdón.

Tras la cita en Loviejo, las dos aficiones se unen, unos rojiblancos, nosotros txuri urdin, y vamos juntas hasta el estadio. A Anoeta. Recorremos toda la ciudad, menos mal que es prácticamente en línea recta, y vamos todos cantando y tocándonos los kojones. Cris, cuando vio a la masa rojiblanquiazul junta, animando cada una a su equipo, quedó boquiabierta. Todos juntos, abrazándose, con chanzas, chistes y apuestas, no podía creer lo que veía. El ambiente, eléctrico, vibrante, único.

No teníamos entradas, así que nos apalankamos en el Txamarta, un bar de toda la vida junto a Anoeta. Estaba lleno de aficionados del Athletic y de la Real. Ella seguía con la mosca detrás de la oreja. Yo me puse con uno del Athletic y su kuadrilla. Metió la Real, y saqué una ronda para todo ellos. Eran unos ocho o así. Cris me dijo, ¿pero les invitas? Claro, les hemos metido un gol, estarán tristes, le expliqué. Metió rápido el Athetic. Fue su turno Quisieron invitar. No les dejamos. Fue solo entonces cuando casi llegamos a las manos. Por pagar. Por convidar. Por invitar. Por aquella noche de la semifinal.

Este sábado en Sevilla, territorio neutral, todos acogidos a sagrado, se celebra este partido, que pasará a la historia por cientos de razones y que quiero que gane la Real. Tengo en mente un titular: 'Del gol de Zamora en el Molinón al gol de Oyarzabal en Cartuja". El texto, te lo puedes ir imaginando. 

LAS PORTADAS DE LA FINAL DE LA COPA DEL DEBY

Pero no será lo único que pasará a la historia. El Periodismo que están desplegando El Correo en Bizkaia y El Diario Vasco en Gipuzkoa para cubrir los días previos a la gran final es impresionante. De una calidad que lejos de sorprenderte, es grata, cómoda, cercana, ilusionante, brillante. Todo los días quiero ver la portada de El Diario Vasco y compararla con la de El Correo.

Los guipuzcoanos han optado por poderosas fotografías personales de los aficionados txuri urdin. El poderoso azul de nuestro mar. Los vizcainos han elegido unas bellísimas ilustraciones en blanco y negro donde el color rojo de las banderas, guirnaldas y bufandas llena las portadas. Empezaron el fin de semana, con una banda horizontal bajo la mancheta. Pero, día tras día, va creciendo.

Hoy, que ya es miércoles, ocupa prácticamente más de la mitad de sendas portadas de la edición de hoy. Tengo ganas de verlas mañana, y de verlas el sábado, el día de a gran final. Pero, sobre todo, tengo ganas de leer en la portada de El Diario Vasco que la Real ha ganado la Copa al Athletic de Bilbao.

(*) Este artículo está dedicado a Jose, con quien vi muchos derbys y partidos en San Mames y en Atocha. Jose, más del Athletic que donde los hacen; y yo, con sangre txuri urdin en las venas, nunca discutimos, y guardo como un tesoro su camiseta del Athletic de Bilbao que me regaló por el Centenario de su club
.












(AMPLIAREMOS CON EL RESTO DE LAS PORTADAS)














Sebas Valencia: El último día de un periodista en su Redacción

16 de enero de 2015





¡¡¡EROR DE SISTEMA!!!!
Pocas veces he escuchado tantos tacos, exabruptos, bufidos, insultos, juramentos y blasfemias en mi vida. Todas juntas y a la vez. ¡Buah! Menuda movida. Aquello acababa de estallar y tan solo una persona sonreía.

¿Que qué pasaba?
Que el sistema ITEK de edición de periódicos había fallado. Y en aquella sucesión de pantallas verdes solo se leía ERROR DE SISTEMA. Todo el trabajo del día a la basura so pena que hubieras guardado, y eso, santigüándote. 

Además, las prisas, las bullas, el estrés, la ansiedad por cerrar la edición del día (Y que los periódicos salían mejor antes con las máquinas de escribir que ahora con los ordenadores. Y que de esto de la tecnología no nos fiamos un pelo, porque nos quita tiempo para ponar los titulares y los enfoques, y porque...).

Corría el verano de 1989 y la Redacción de El Diario Vasco se cruzaba de brazos ante el fallo general del sistema. No había más remedio a menos que alguien lo arreglara.

Al fondo, en una esquina frente a la entrada a la Redacción en el primer piso, justo donde estaba bien delimitado sin tinta ni puertas el final del dominio de los periodistas y el comienzo del Taller, antiguos linotipistas reconvertidos a marchas forzadas a la pretecnología de la autoedición, con amplias mesas de dibujante en plano inclinado donde se montaban a mano las páginas del diario, un tipo sonreía y yo le miraba.

El tipo que sonreía fumaba el enésimo pitillo del día. Lo cogía de una forma particular, entre los dedos centrales y con el puño semicerrado y vuelto hacia arriba. 

Se levantó de su mesa y recorrió la Redacción gritando a pulmón: CONTROL+CAMBIA+T+Q+EDITAR

¿Qué ha dicho? 

Que pulses la tecla de CONTROL y la de CAMBIA a la vez, que te saldrá una línea de comando y le pegas a la T y a la Q todo de seguido y entonces le pegas otra vez a la tecla de editar y el ordenador se pone otra vez en plan DOWNLOAD LOADING.

A toda pastilla, todos y cada uno de los periodistas de la Redacción empezaban a teclear la extraña combinación y, cojones, ¡funcionaba!

Como si tal cosa, apurando su cigarrito, se volvía a su mesa, se sentaba, y seguía currando para que saliera El Diario Vasco. A mí me dio la impresión de que se las sabía casi todas. Y fue así.

Hoy es el último día de trabajo de un periodista en su Redacción de El Diario Vasco. Y muchos, muchos, muchos periodistas estamos orgullosos de haberle conocido y de haber aprendido el oficio con él en el gran periódico que es El Diario Vasco. Y lo que nos queda.

Ahora, mientras escribo, Sebas Valencia estará por última vez en su mesa, trabajando. Y sonriendo.



CRÉDITOS
Las fotos son de Lobo Altuna, gracias a la gestión de @eljukebox
Gracias







‘El Año de las Ausencias’

4 de enero de 2015



‘El Año de las Ausencias’
http://goo.gl/RrDHEz

La Bodega Donostiarra está de bote en bote. Las guindillas, anchoas y el bonito reinan. Picamos chorizo a la brasa y tortilla. También ensaladilla, que te obliga a pensar de alguna manera que solo se puede comer ensaladilla y rodaballo en Donostialdea. No es medianoche y ya planeamos aventuras. Mi amiga y yo, dos donostiarras trasterrados que las hemos pasado canutas, miramos al cielo y está nuestra estrella. Vemos la Luna Llena y no nos lo pensamos. Nos dirigimos a bordear el Paseo Nuevo. Es como si lo hubieran abierto para nosotros. Hay nuevas definiciones del color azul, del blanco de la espuma que se recorta sobre cada ola. El ruido atronador que paraliza pero subyuga cuando rompe sobre el muro. La escollera de piedras inauditas. El viento en la calma. La Bajamar que te proporciona una extraña sensación de pereza, de plenitud. Algo tiene la mar que da miedo. La mar eterna que te espera siempre cuando vas a visitarla. Mi amiga y yo no nos hablamos. Solo nos abandonamos al cálido viento lunar que nos va sanando por dentro. Lleno de sal, permite cicatrizar las heridas, que en un último intento, abrasan con la mayor intensidad posible, dentro de ti, donde las has dejado entrar. Pero el viento lunar, el ruido atronador de las olas, la luz de las estrellas, el poder de la mar, conjuran el mal. Nos ponemos frente a la barandilla, tenuemente iluminada por la luz mustia de la farola. Sabemos que el Cantábrico está debajo. Entonces, saltamos y nos vamos nadando. Buceamos y empezamos a sonreír. A la sonrisa le acompaña una carcajada. Al principio se contiene, al final es sonora, agradable, cálida. No hace frío. Y decidimos volar. Pensamos que la escultura de Oteiza, el vasco lisérgico que nos guía, merece ser disfrutada desde arriba. Es también una antena que conecta en el otro extremo con la de Chillida. Se percibe bien cuando vuelas en el viento, cuando nadas entre las olas, cuando caminas por la arena fina y mojada. Sabemos que ha sido el Año de las Ausencias y pactamos que tenemos que Desaprender. La noche insiste y te envuelve en sus azules, turquesas, cobaltos, marinos. Somos felices.

El sueño de la Real Sociedad que despierta

28 de abril de 2013

El Diario Vasco recoge hoy en la portada El Sueño de la Champions. Maravilllosa portada de belleza sorprendente, serena, elegante. Un 10. 

No es solo la Champions. Es el sueño de una ciudad y de Gipuzkoa. El sueño de un equipo y de su afición. 

Lee el post completo en Donostistorias, mi blog en El Diario Vasco




Donosti de la mano, tu mano

5 de marzo de 2013



Las cosas de Lara Ochoa y del fotógrafo ruso Murad Osmann, que ha incluido dos fotos de SS-Donosti en su serie 'Follow Me', en la que muestra el mundo guiado por su novia, Nataly Zakharova http://bit.ly/YUNWxS

On the road (Donostistorias)

20 de enero de 2013

Suena el teléfono. Reconozco la voz a la primera. Es el jefe de Redacción de El Diario Vasco, mi compañero de promoción del Periodismo en la UPV/EHU, Antxon Blanco. Me pide una rtículo sobre la Tamborrada. Me emociono y le respondo: "Será un honor". Este año me pierdo el Día de San Sebastián, pero esta columna me sirve de metadona rataplanera. Gracias a DV. 



On the road (Donostistorias)


“Recuerdo que un amigo mío me contó una vez que ligó el Día de San Sebastián”. “Pues mi primera farra, el primer día que los aitas me dejaron salir, fue en segundo de BUP por la Víspera de San Sebastián”. “No pasará un día sin que me acuerde de Donosti el día 20”. Así se escriben nuestras Donostistorias y así las recordamos los que ya no vivimos en San Sebastián.

Pocas cosas hay más bonitas en esta vida que vivir fuera y volver a Donosti la Víspera de San Sebastián. En mi caso, así ha sido prácticamente desde siempre. Desde que en 1984 dejé la ciudad de mis amores para ir a la Universidad en Navarra primero y a Bilbao después y, tras graduarme en la UPV/EHU, recalar en Granada. Hasta hoy. Txikita cosa.

En el camino, son casi treinta años de aventuras y anécdotas por hacer lo imposible para recorrer el cerca de millar de kilómetros que separan Granada de San Sebastián, Elvira de Easo.

Son historias de abrazos, lágrimas, largas llamadas telefónicas entre tambores, la radio a medianoche, internet como salvación, huidas a medianoche, escuchar la Izada en Despeñaperros y llegar a Loviejo para desayunar a primera hora el mismo 20, parar en un hotelako en Madrid para tomar fuerzas y quedarse dormido y maldecir al despertar por tener que darte la vuelta hacia el Sur.

Estar en la Redacción en Ideal de Granada escribiendo sobre un triste crimen. Buscar ese bar del barrio del Realejo de Granada, la antigua judería, que se llama Candela y atiende un antiguotarra surfero llamado Mikel, y desgranar los mejores amoríos surgidos al calor de la Consti.

El recuerdo de Martín, aquel gigantón que conducía ‘La Zanahoria’, el autobús gigante que nos llevaba a los del baby boom a Marianistas y que se encargaba de organizar la Tamborrada de los de Aldapeta, ahora Summa. El Alboka en los ochenta, justo al comienzo de esa misma cuesta, como primer refugio rock and roll con unos botellines de cerveza El León. La noche que me dio un beso Jayone y el día que bailé maravillosamente con Babro.

El ADN con la letra d de donostiarra que se transmite Tamborrada a Tamborrada y un “Donosti bat da zeruan” que mi Andrés canta a las mil maravillas con un ligero acentro granaíno y que con ocho años ya tiene un par de Donostistorias que contar.
Por ejemplo, esta misma mañana, que me ha dicho:
-“¿Qué pasaría si aparece un tsunami?”
-Pues que los que estén al lado dirán “maremoto, maremoto”, Y nosotros diremos “Txanpa... Txanpaaaa”....

Y ahora, toca. Toca defender nuestra libertad

28 de octubre de 2012



A mi abuelo Antonio y a mi abuela Teresa Barrera (paternos), uno de un pueblo de La Rioja, Pipaona de Ocón, del condado de Ocón, comocido en el pago como "cuatro luces", os podéis imaginar por qué, y Teresa Barrera, de Zaragoza y feminista, ambos republicanos, aprobaron las oposiciones de maestros nacionales y eligieron destino en Donosti, donde llegaron con mi Tía Blanca, mi madrina, ya fallecida, nacida en Zaragoza y toda su vida dando clase en el intituto Santa Bárbara de Hernani, donde fue querida y respetada y luego en el Usandizaga, que se han cargado, en Donosti. Mi padre es donostiarra.

Cuando las elecciones de antes de la Guerra Civil, mis abuelos paternos, que vivían en la calle Urbieta, junto a las escuelas nacionales, en el centro de la ciudad y a un minuto andando de la playa, recibieron la visita de una vecina que, nacionalista de toda la vida (gobernaría el primer lehendakari, Agirre) llamó a su puerta y, cito textualmente, les dijo: "Ahora os vais a tener que ir de vuelta a España. Os vamos a echar". Delicioso.

No fue para tanto por ese lado, pero por el lado de Franco, cuando el Alzamiento, mi abuelo, republicado y culto, tuvo que huir. Al final fue al condado riojano de Ocón donde su familia, falangista, lo escondió bajo una cama. Le debieron dar de hostias, pero le salvaron la vida. La familia es la familia y España es así.

A mi abuela Teresa le tocó lo duro. La metieron en la cárcel donde nunca contó lo que pasó (solo mi padre podía ir a visitarla) y la exiliaron en pueblo segoviano, Fuentesauco de Fuentidueñas, donde se murió de hambre, de frío de miedo y de pena. Pero resistió y nos lo enseño a todos. Eso, y lo de la lucha constante por la libertad.

Pasaron los años y los cuarenta de paz. Mi abuela murió al día siguiente de que la palmara Franco. Con eso creo que la termino de definir.

Luego vino la Sagrada Transición de los Cojones, donde a toda mi generación, la de los años ochenta, nos cayó encima el Plan ZEN, Zona Especial Norte, donde, nos pasó de todo. Hasta me explotó una bomba en el Instituo de Previsión Sanitaria, junto a la casa de mi madre, cuando salía ciego de juventud de un concierto de los Ramones en 1980.

Luego me explotó otra en Sancho el Sabio en una tienda de rodamientos francesa, y la tercera creo que nos echamos a reír y dijimos, "la tercera va la vencida", justo cuando dos secretas nos encañonaron con sus pistolas, y explotó la siguiente. Eso es también debajo de casa de mi madre.

Me han detenido en la cuesta del Culo (Miraconcha) en la puerta de la discoteca Kristal y nos han cacheado delante de todo el mundo en unos términos infames. Me ha despertado el Ejército español en 1980 en el monte Bisaurín, en el Pirineo Oscense, en mitad de la madrugada, para pedirme la documentación mientras apuntaban con sus metralletas. En fin, han sido millones de ellas.

Pero no fueron las peores. Las peores que recuerdo, y ahí apelo a la memoria colectiva, fue el chantaje permanente bajo amenaza y coacción de Ikasle Abertzaleak, el sindicato abertzale en la Universidad del País Vasco.

Todavía recuerdo guardar en mi facultad en Bilbao un minuto de silencio por la muerte de cualquier, repito, cualquier víctima del terrorismo, e insultarnos cuando no eran de la ETA, digamos.

Y así puedo seguir.

Pero paro aquí, porque esto va de compartir.

Mi sobrino nació en 1999, cuando ETA declaró su primera tregua.

Mi hijo Andrés solo sabrá de ETA y del conflicto vasco por los libros de Historia, que, por cierto, es el sueño de Bárbara Dukrop, viuda del senador Enrique Casas, para sus nietos, que nos lo dijo en su casa de Donosti al cumplirse el 25 aniversario de su asesinato. Sí, la misma casa donde los Comandos Autónomos Anticapitalistas, le descerrajaron dos cargadores desde la puerta de entrada hasta el dormitorio.

Por lo demás, y acepto todo, nada ha cambiado desde los tiempos de Piapaona de Ocón o Fuentesauco de Fuentidueñas. Si queremos libertad, tendremos que ganárnosla y defenderla. Para dársela a nuestros hijos y que también aprendan

Y ahora, toca.

Dejé mi corazón en Donosti (Sittin' On The Dock Of The Bay. Wastin' Time)

8 de agosto de 2012

Dedicado al niño que todos llevamos dentro y a la bahía y su ciudad que me vio crecer, el lugar al que siempre quiero volver

  San SebastiánSan Sebastián TIEMPO-SAN SEBASTIAN

Lara Ochoa: ¿Quién es ese pequeño diablo?

27 de marzo de 2012

Lara Ochoa y Javier F. Barrera

Apareció por la banda derecha de la Redacción de Ideal y se coló hasta el final, los rizos al viento y la mirada concentrada. Jugaba al Periodismo 'de cuidao': Todo técnica, oficio viejo y corazón joven. 


Me pregunté como Raniero de Mónaco en el 75 tras ver jugar a López Ufarte"Qui est ce petit diable?", y, tras conocer la respuesta, digo lo que dijo Satrustegui: "A veces me da vergüenza cómo me las coloca Roberto". 


Y es que este pequeño diablo que es Lara te las coloca perfectas, templadas, suaves, posicionadas en Google y al hueco del portal para que entren en la Red de primera, y así tus noticias, tus crónicas, tus fotos, tus vídeos brillan como nunca.


Y, claro, como que vuelves a nuestro Atocha-Candela y le echas de menos.


Donosti bat

24 de enero de 2012

Paseo Nuevo de San Sebastián


Quizás la Marcha de San Sebastián mienta como terminan por mentir todos los himnos. No hay una sola Donosti en el mundo; es el tipo de trampa que se permiten a las buenas canciones como se le perdonan los defectos a las mujeres de bandera. Porque estuvo uno en San Sebastián en los confines del mundo. Vio el Paseo Nuevo en el Cabo de Buena Esperanza, con los ‘cuarenta rugientes’ deshaciéndose en sal y ruido contra las agujas de roca en los talones de África. En las lavas cuajadas de cuadernas rotas y barcos muertos de la Costa de los Esqueletos creyó divisar el Pico del Loro, con ese viejo sueño de hacerse arrecife traicionero. Escaló las piedras de otros ‘urgules’ en el Cáucaso, soñó con los balleneros otros puertos, se emborrachó en las ‘fermín calbetón’ de Siberia, nadó las ‘ondarretas’ del Caribe, y tocó el tambor en las tardes calientes de enero de Olinda, en Brasil. Le calaron el sirimiri de Berlín, el txakolí de Stellenbosch y en un monte de Azerbaiyán se encontró una iglesia clavadita a la de San Vicente. 


Donosti son todos esos universos posibles en el reino de la nostalgia, cuando todavía queda un año para volver a pasar los dedos por la cara gastada del barril de Euskal Billera a las tres, como ayer, con el Noroeste haciendo sonar los obenques de los barcos del Muelle y colándose por el cogote y esa docena y media de abrazos. Para volver a recordar la felicidad del aita en nuestra primera salida juntos, para el arranque de Diana como un enorme salto, para volver a ver a Juanillo por la ventana del Náutico, para sentir el fin del mundo en la Calle Mayor, para mirar al balcón de la Plaza de la Consti. También para cuadrarse delante de Santa María, sin gorro ni corazón ya, presintiendo que después de la templanza en la puerta de Gaztelubide y la Iriarena en las escaleras de Ollagorra mirando de reojo la madrugada sobre la Concha, se terminará la tamborrada. Quedará la certeza sobrevenida de que hay uno y muchos mundos, sí, pero de que todos los universos de uno nacieron aquí. Quizás tenga razón la ‘Marcha’.


No. No soy yo el dueño de estas palabras, de estos viajes, de estas sensaciones, de esta prosa vigorosa y eléctrica que sangra, brilla o llora según se tercie el adjetivo, el nombre propio.


Es Chapu Apaolaza y ha publicado en su blog, 'Nadando con chocos', esta columna que apareció el pasado día 21 de enero en El Diario Vasco. Y yo, se la he copiado porque la hago mía, coma a coma, desde mi particular fin del mundo en el que me refugio, naufrago y bebo para recordar y buscar; vivir.


Gracias, Chapu.

Rataplán

9 de enero de 2012

En defensa de lo público



César Girón, talludo polemista sin más criterio conocido en nuestro viejo y perro oficio, acusa a Carlos Morán de ser donostiarra, haber nacido en esta ciudad y de opinar en sus informaciones. No da ni una, lo que también tiene su mérito.

Carlos Morán nació en Cáceres, de donde vienen sus honorables padres, en una decisión trascendente y emotiva con la que cumplieron con su tierra, Extremadura, que quien la conoce y los conoce, aprende lo que significa la palabra respeto. 

El resto de sus hermanos sé muy bien donde nacieron, porque los trajo mi aitá. Nacieron en Rentería, maravillosa localidad sobre la Nacional 1 que media entre Irún y Donosti, con el añorado Panier Fleuri, la sidrería Donostiarra y la Alameda preñada de bares y gentes. Feudo socialista, las Madalenas son unas fiestas imprescindibles.

Respecto a lo de que si la Tamborrada es para celebrar que el Gabacho entraba o se salía reconozco mi total desconocimiento. Y eso que yo sí que soy donostiarra, al igual que mis padres y absolutamente toda mi familia, y no me pierdo ni una sola cita desde hace un par de eones.

¿Por qué? Nunca nos ha importado. Es el día del Patrón, San Sebastián, que conocemos en el Buempas y en Santa María, aseteado, y nos infunde el mismo respeto que Koruko Andra Mari nos infunde amor a nuestra tierra.

Es el día que cuando llegas a COU tocas en la Tamborrada de tu cole, el día en que mi abuela me mandaba a Loviejo a comprar angulas, ya cocidas, y de lomo negro, y me las iba comiendo de vuelta a la calle Garibay a puñados. Qué tiempos. 

Es un día en que no hay billetes de Iberia para ir a Donosti. Es el día en que si estás fuera, a medianoche, lloras por no poder estar ahí, en la Consti, en la izada: "Donostia bat da zeruan, Donostia bat da munduan". 

Es el día en que te emocionas por ser donostiarra y te sientes orgulloso de tu ciudad. Es un día, gracias a Dios, de hermanamiento y de consenso. Es también el primer día que en tu casa te dejan volver tarde por la noche... 

Ahora que lo pienso, durante la Izada también se lía un buen pollo. Supongo que cada fiesta tiene el suyo....

Da igual. Es nuestro día y todos  los césargirones del mundo pueden probar de publicar "ir contra la Tamborrada, llamar a los donostiarras fascistas, intolerantes, casposos y changurros y a decir que la fiesta mayor de San Sebastián no es más que una mera manifestación tan abúlica como tardofranquista... Pues como como que no iba a gustar mucho a los lugareños, creo -si no es así que me saque él de la duda y yo rectificaré alabándolo su impertinencia anual- por falso y manipulado".

Pues César Girón, yo es que creo que mi Carlitos no sé si ni siquiera habrá ido alguna vez a la Tamborrada, de veras. Sé que le molaban las Madalenas, esas sí. Y si tú publicas en El Diario Vasco lo que acabo de entrecomillar pues no pasaría nada. ¿Qué iba a pasar? Yo lo he leído y me ha resultado un relato indescriptiblemente descalabrado propio de un polemista. 

Por lo demás, la Tamborrada tampoco anuncia el Carnaval, son los Caldereros, que venimos de la Hungría, donostiarras, hechiceras y todo eso..

Esta Carta al Director no tendría problema alguno si César Girón no se hubieras puesto a pontificar con párrafos como el que sigue: Respecto a que los periodistas "deben contar los hechos tal y como son y en la medida que informan no opinar, manuales oficiales dixit".

Por última vez, estás equivocado. Y como yo sí soy periodista y admiro a los periodistas como Carlos Morán y a todos aquellos que cada mañana se levantan para cumplir con su deber de servicio público y compromiso en el peor momento de este perro y viejo oficio, citaré fuentes, que en nuestro caso, nos imponen normas de obligado cumplimiento. 

Y cito ahora el Libro de Estilo de Vocento.

Principios periodísticos
1.2.2.
Periodismo informativo-interpretativo

Los medios de Vocento ejercen un periodismo que no se conforma con dar la noticia de los hechos y acontecimientos de la actualidad, sino que aspira a su correcta contextualización, interpretación y análisis para un mejor servicio al lector. 

Es vocación de dichos medios practicar un periodismo informativo e interpretativo que trascienda de los hechos para relacionarlos entre sí y ofrecer una visión lo más completa posible de la realidad y de su contexto. Entiende asimismo que la labor periodística exige una aprehensión crítica de la realidad que comparte hechos y conductas, establezca analogías, identifique actitudes contradictorias y muestre diferentes versiones y pareceres sobre un mismo acontecimiento. 

El periodismo que realiza Vocento aspira a introducir en el debate público temas que no llegan a él de otro modo y a proponer a la sociedad nuevos enfoques y problemas, nuevas preocupaciones y tendencias.

Estilo periodístico
1.3.4.
Géneros periodísticos habituales

Cada contenido tiene su género. Cada género, su estilo. La correcta utilización de los géneros es el requisito estilístico que más viveza y amenidad aporta al diario. El correcto uso de los géneros permite destacar y aprovechar en cada información sus elementos más relevantes e interesantes.

Los géneros pueden ser informativos, que son utilizados para relatar hechos y acontecimientos de actualidad sobre otras características y no admiten la opinión ni el juicio de valor; interpretativos, en los que el punto de vista y el análisis del autor abundan en la explicación de los hechos, acciones, dichos y su sentido; y los de opinión, en los que el pensamiento del autor y su juicio es lo esencial.

1.3.1.1
Géneros informativos

1.-Noticia
La noticia es el relato periodístico, lo más imparcial, desapasionado y sencillo posible, de un acontecimiento de actualidad y relevancia para el público, sin interpretación ni opinión por parte del periodista. Su estilo debe ser claro, preciso, conciso, imparcial y despersonalizado. La noticia se referirá a hechos verdaderos y comprobados que hayan sucedido.

2.-Breve
(...)

3.-Crónica
La crónica es el relato de una historia de actualidad en la que la narración de los hechos se enriquece con el análisis, la interpretación y la visión profesional del periodista.

Resumiendo.
Buen intento de César Girón en el que no da ni una. Lo que también tiene su mérito. Entiendo que podría publicar sus fanfarronadas en El Diario Vasco y a nadie le importaría. Y demuestra que de Periodismo no tiene ni idea, cosa que por otra parte no podía tener. Me queda la duda de saber qué le dijo Sánchez Gordillo.

Una más.
Dándome cuenta de que se politizan mucho algunas fiestas, lo que sí me queda claramente a un tipo como yo, donostiarra y granadino por que y lo valgo, es que si tuviera que elegir entre la Toma y la Tamborrada para llevar a un amigo de fuera, no tendría la menor duda de cuál elegiría.

#VivaelPeriodismo

PD
Por cierto, si eres donostiarra, dime qué te parece el planteamiento que César Girón hace de la Tamborrada y así. Gracias. Nos vemos el 19.


¿Ñoñostiarras? Los cojones. La danza de sal y espuma

15 de diciembre de 2011

Portada El Diario vasco Temporal diciembre 2011


Portada El Correo Temporal diciembre 2011


La anécdota es la siguiente. Mi chica que es de Jaén y estudió en Sevilla se reía de mí porque decía que San Sebastián era la ciudad de Pin y Pón. Que era una megapijería, que era demasiado bonita, que era...
Es cierto que también encontraba caldo de cultivo entre muchos donostiarras quemados de vivir en esta discreta y pequeña ciudad tardoburguesa, que le daban la razón.


Yo callaba. No es que Donostia no sea así, que seguramente lo será. Es que Donostia es también algo más. Y ese algo más es el que a mí me hace donostiarra. Puede resumirse, sin empezar a hablar de la Real, de los Pintxos y blablablá con una sola palabra: Olas. Las olas de Donosti. Las olas con las que jugamos, con las que hemos crecido. El espectáculo de las olas, de saltar las olas en el Paseo Nuevo, agarrados a la barandilla mientras rompe, de cogerlas en la Concha por arriba o pasarlas por debajo. Y ahora en Gros, surfeando con Andrés y sus siete años y los primos.


La anécdota, entonces, ocurrió en invierno, en el temporal de diciembre, como ahora. Estábamos en Donosti y mi chica dale que te pego con el Pin y Pón, el Ñoñostiarrismo y todo eso. 


Yo callaba.


La llevé al Paseo Nuevo al mediodía. Estaba vacío. Era la hora de comer. Las olas empezaron a saltar, esa danza de sal y espuma que tanto nos gusta. Y el ruido de la ola cuando cae sobre el pavimento del Paseo Nuevo como un tableteo de ametralladora. Pero sobre todo, el ruido bronco que hace la ola al chocar contra el muro del paseo.


Mi chica se quedó paralizada. No solo embobada por la belleza del espectáculo que brindaba el Cantábrico al explotar contra el muro con toda su potencia. También tuvo miedo.


Nunca más ha pronunciado dos expresiones: ‘Pin y Pón’ y ‘Ñoñostiarra’. Sabe que una gente que vive con ese mar, esos temporales, esas olas, es algo más.

MÁS INFORMACIÓN
El temporal en la portada de ayer de El Correo.
El temporal en las portadas de anteayer en los diarios de Santander.

Una Keler en dos: San Sebastián en los años 80

11 de diciembre de 2011

Reportaje en DV de Mitxel Ezquiaga sobre los años 80 en Donosti


Son cosas típicas de nosotros, los donostiarras. Pero, o al menos espero, no tienen nada que ver con el ñoñostiarrismo que imperó cuando los ochenta se marcharon y yo con ellos de Donosti. 

Recuerdo un magnífico reportaje de Borja Hermoso en El Mundo (ahora está en El País) en el que explicaba que la perfección alcanzada por San Sebastián como ciudad la había convertido en una ciudad europeamente aburrida. Estoy de acuerdo. 

Supongo que por eso me quedé en Granada, porque como saben desde anoche Juanpi González Zubizarreta y Javier Irastorza, de visita este puente en la ciudad de la Alhambra, Granada es hoy como era Donosti antes.

Las cosas típicas de donostiarras de nuestra época son recordar el lema de la (Vieja) playa de Gros ('Only for Locals'), qué santo es el día de la víspera de San Sebastián (San Canuto), cómo se llamaba el abrigo verde que llevábamos todos como uniforme (el piojo) o el complicadísimo sistema que tenemos, o al menos sí teníamos en los ochenta, para beber cerveza.


Es el siguiente.


Si vas solo te pides ‘una Keler txiki’.
Si vas con tu colega, ‘una Keler en dos’ (vasos, claro). Pero esta Keler es de un tercio.
Si vas tres, pides ‘dos en tres’. Hips.
Si vas cuatro, es fácil, aplicas el segundo paso, pero por duplicado y te marcas una de ‘dos en cuatro’.
Si vas cinco, dos en cinco, que toca a menos, pero cuela. Otra variante es tres en cinco.
Si vas seis, es fácil, es el mítico paso dos o el paso cuatro y pides ‘tres en seis’.
Si vas siete, toca improvisar. ‘Tres en siete’. Y lo que salga. Para el camarero era un curro y supongo que se preguntaría por qué demonios no pedíamos zuritos como todo cristo. Pero ya sabes.... Eran los ochenta.

Si vas ocho.... ¡el sistema funciona! Pides cuatro en ocho. Y así nos íbamos de Kelers fumando Habanos por Intxaurrondo (el txiki, con sus árboles en la mitad), Loiola (ahí siguen existiendo los cuatro bares de siempre), Sagüés (el Muro era mítico con su trozo de barandilla de la Concha), Gros (nos gustaba el Chofre y el Marx), cohones, me estoy retratando ;-) Amara (Bristol con Angus Young en pleno riff en el poster tras la barra), el Txamarta y las míticas partidas de billar y por supuesto, el Tanit. 

Esto en los barrios. Luego quedaba San Bartolomé y años más tardes nacería el temita en Reyes Católicos. Pero nuestro bar era y sigue siendo el Alboka. Otro día, escribiré sobre todo esto y sobre Loviejo. Sobre Urdo, Ritxo, Jalaka, Josetxo, Víctor, Kike, Iñaki, Juan, Paul, Josu, Piru, Patxi, Alex, Josean y una cuadrilla poliédrica llena de tipos absolutamente geniales con los que me he divertido de lo lindo y con los que hice una serie de trastadas lisérgicas, imposibles, mágicas.


Todo esto viene a cuenta del más que chulo reportaje de Mitxel Exquiaga en El Diario Vasco que con el título ‘Los 80 y nosotros, que los bailamos tanto’ recorre a través de una serie de testimonios lo que fue nuestra adolescencia ochentera.

Mitxel Ezquiaga es un periodista de los buenos. Sabe escribir, sabe retratar y sabe construir las imágenes necesarias para al final, contar la historia como le da la gana. Y titula de maravilla.


El bueno de Mitxel ha tenido a bien consultar mis recuerdos y le mandé una foto. Es la fiesta de Navidad de COU en Marianistas, en el curso 1982-1983. Somos Alberto Mozo, Alex, Juan de Dios, el menda y Nicolas Gabarain. Detrás se ve a Andrés Eceiza e intuyo a Joxe, Iñaki González de San Pedro y al queridísimo siempre Mafias, Iñigo Fernández Tellería (Una vez al año sé que sus amigos se reúnen en el bar de siempre, La Espiga, y le hacen un homenaje inmenso, como era él. A ver si el año que viene no me lo pierdo).


Luego nos fuimos a Bataplán a bailar. Y recuerdo como si fuera el primer día que ahí estaban las dos chicas que me volvían loco: Jayone y Lucía. 


Pero como dice Mitxel Ezquiaga al terminar este reportaje. Pero eso es otra historia.


So long The Eigthies, como cantaba la Fischer Z, en el recordado concierto en el Polideportivo, teloneados por Atman. Ocurrió en 1980 y empezaba nuestra década.





MÁS INFORMACIÓN 
.-El reportaje de hoy en El Diario Vasco: ‘Los 80 y nosotros, que lo bailamos tanto’. 
Páginas en Facebook
.-La crónica de San Sebastián (Años 80)
.-La Vieja Playa de Gros.

Chillida Belzunce como antídoto

2 de noviembre de 2011


Todos los que dejamos el sabor a sal en la piel, el xirimiri que te moja por dentro y por fuera, el rayo de sol naranja sobre las olas del Paseo Nuevo un atardecer de junio, la fina arena húmeda de la playa de tu infancia y sueños, la txanpa perfecta en el Muro sobre la tabla blanca con una raya azul; el beso, el primer beso, como el sabor de la primera frase, sal y fruta en los labios como cuando saben a fresa y a helado caliente porque se derrite mientras abajo, se mece la Bahía.

Sobre el alféizar, palabra que alcanza su plenitud desde donde escribo, Granada, las herramientas para transmitir todo estos recuerdos que son cosas que empiezan por ese, como sentimientos, como sensaciones, como San Sebastián.

Con estas herramientas sobre el alféizar Chillida Belzunce como antídoto para los que vivimos y recordamos y su pintura sobre el corazón de todo. Alma dibujada con la tensión de una ola a punto de explotar, la cresta con la espuma, la brisa que la acompaña, la plenitud de la curva de mil azules que tornan verdes. Y el ruido de la explosión que devuelve todo al punto exacto donde ha comenzado: el mar, todos los mares, nuestro mar.

De sus pinceles salen cuadros que me hacen volver a casa. Porque pinta mirando desde la ventana. Casa y ventana, que en Literatura para mí son los Hobbits de Talkien, y sus casas, redondas y cómodas, donde el comfort prevalece sobre el lujo, donde lo nuestro cobra sentido en lo que es tuyo, donde el proceso de conocimiento se da cuando aprehendes, es decir, que lo reconoces y lo haces como tuyo.



Si dejamos la Literatura y entramos en el Arte, a mí me gustaría explicar que lo que me produce mirar con Eduardo Chillida Belzunce por sus ventanas son sensaciones como laberínticas. Son las de los laberintos que recorres para poder volver a mirar desde donde has elegido vivir. Puede ser complicado. Y puede complicarse mucho más. Pintada, la sensación puede ser como las refleja un genio como Escher:


Y entonces, quiero seguir escribiendo y me llega un catálogo que me envía Susana Álvarez y me doy cuenta de que, ‘Más allá del Horizonte’, alguien ya lo ha dejado escrito por mí. 

El texto, es el siguiente: 

"Cuando era pequeño, una de las cosas que más me gustaban era subir a la Peña del Ballenero, una atalaya en lo alto del monte Ulía desde donde se divisa un ancho horizonte líquido y desde donde imaginaba a los balleneros vascos anunciando la presencia de ballenas y transmitiéndolo a través de toda calse de señales hasta que llegaba al puerto y de ahí salían a la caza a bordo de las frágiles chalupas.

Más adelante descubrí otros horizontes más allá del Cantábrico, algunos de la mano de Emilio Salgari y otros de Pío Baroja, acompañando a Zalacaín, Shanti Andía y sobre todo al Capitán Chimista, mi favorito. Supongo que fue en aquel tiempo cuando el deseo de viajar, descubrir otros horizontes y conocer a otras gentes me impulsó a estudiar Filología, con la idea de ser profesor en el extranjero y también a escribir, ya que como la lectura era el mayor placer de mi infancia y mi adolescencia, decidí ser escritor. De esta manera una vez me licencié en la que entonces se llamaba EUTG, pude realizar estancias en Francia y en Estambul, lugar al que dediqué mi tesis doctoral sobre los viajeros hispánicos en lo que fue la capital otomana y ya, dentro del Instituto Cervantes, en Bierut, otra vez Estambul y por último Damasco, lo que suma más de una década en el medio Oriente.

Por eso cuando Susana Álvarez, comisaria de la exposición ‘Más allá del Horizonte’ me propuso exponer los cuadros de Eduardo Chillida Belzunce en Damasco acepté encantado, sobre todo por la idea de traer a la capital de Siria todas estas visiones del mar de mi infancia, la playa de Ondarreta donde aprendí a nadar en la balsa de Yoldi, la Bahía de la Concha, Urgull y más allá Ulía, a donde sigo subiendo a la Peña del Ballenero esperando divisar el surtidor o la cola de una ballena hundiéndose en ese mar que tanto he echado en falta a lo largo de todos estos años de ausencia".

Este texto lo firma Pablo Martín Asuero en el catálogo de la exposición ‘Más allá del Horizonte’, donde Chillida Belzunce presentó sus cuadros en el Instituto Cervantes en Damasco. Un día os hablaré de Pablo, con quien casi me he visto en media docena de ciudades, que incluyen San Sebastián, Granada, Estambul o Aleppo, en viajes paralelos de vidas parelelas que se unen con Txuri, mi hermana, su gran amiga.

Pablo Martín Asuero ha logrado en estos párrafos definir el arte de Chillida Belzunce cuando pinta la bahía de la Concha, nuestro mar, en ese necesario proceso hermenéutico en el que una obra nunca está terminada hasta que es interpretada por el espectador. 

El proceso hermenéutico de la obra de Chillida Belzunce filtrado por Pablo Martín Asuero ha logrado expresar con palabras las pinceladas. El resultado es el antídoto para los expatriados voluntarios que, como bien escribe Pablo lo que pinta Eduardo: "ese mar que tanto he echado en falta a lo largo de todos estos años de ausencia".

Ñoñostiarrismo porque podemos

25 de octubre de 2011


Estoy en la Redacción Central de Vocento en Madrid con Chapu Apaolaza. Y aparece, majestuosa, la ciudad más bonita do Universo Mondo. Celestial, nublada y clarioscura, xirimireando, con el puente de Santa Catalina, el escudo de Donosti, la lluvia, paraguas, La Equitativa y un Arco Iris majestuoso.


La fotazo es de Lobo Altuna, la ciudad es de todos nosotros y la portada de El Diario Vasco de hoy es las de guardar.


Me dice Chapu Apaolaza que titule "Así cualquiera", es buena la idea, jejejeje, pero al final coincidimos que es Ñoñostiarrismo con mayúsculas y que nos encanta. 


La mejor portada del día.   

Mitxel Ezquiaga: Los mejores restaurantes de San Sebastián y Gipuzkoa

29 de julio de 2011

Se me acaba de hacer la boca agua al leer el tremendo post de Mitxel Ezquiaga en el que recomienda con trampa, como hay que hacer las recomendaciones, faltaría más, su Top Ten de los mejores lugares para sentarse a comer en nuestra querida Gipuzkoa, capital, Donostia-San Sebastián.

No, no esperéis encontraros a los grandes -Arzak, Aduriz, Subijana-, que lo son. Sino a los otros grandes más desconocidos pero a los que puedes ir a comer un día o a potear como desde hace un siglo. Conozco más o menos la mitad de los que menciona, y estoy muy pero que muy de acuerdo con Mitxel. El resto, los probaré estas mismas vacaciones. Y ya os contaré.

1. El Frontón de Tolosa (Web)
2. Portuetxe (Web)
3. Hika Mika (Web)
4. El Mirador de Ulía (Web)
5. Narru (Web)
6. La Bernardina (Web)
7. El Xarma (Web)
8. A fuego negro (Web)
9. El Illarra (Web)
10. Y Resaca, Tsi Tao, Bokado, Antonio, Kaia, Zelaia...

Lee el post completo de Mitxel Ezquiaga en su blog La Doce Vita en El Diario Vasco.

ETA ya tiene alcalde en San Sebastián
Periodismo del güeno

12 de junio de 2011



Lo bueno que tiene el Periodismo es que siempre hay alguien que nos hace mejores. Mis compañeros de El Diario Vasco están escribiendo una brillante etapa con sus crónicas y artículos de fondo en el que cuentan y explican la compleja realidad vasca. Da gusto leer El Diario vasco, ya que nos ofrece todas las claves, las fuentes y las versiones. Quizá por eso es el decano de la Prensa guipuzcoana. Por eso es también el más leído en San Sebastián y en Gipuzkoa. Los lectores, se lo reconocen cada día en el kiosko.

Luego tenemos El Mundo, con una potente edición dedicada a El País Vasco. No comentaré nada sobre la línea editorial a mi jucio errática de este diario. Pero nadie podrá poner en duda que pese a bordear los límites, su base es la Constitución, ergo demócratas.

La primera portada de este post, de la gente de Intereconomía, es algo que lamento profundamente. Solo quería compartirlo con todos vosotros, porque creo que es el momento más importante para la vida política en el País Vasco desde los lejanos tiempos de la Transición. Y creo que no estamos para tonterías.

El buen Periodismo debe contribuir a fomentar el diálogo y a consolidar los procesos democráticos, desde la crítica y llamando la atención de todos los excesos. El mal Periodismo simplemente ni es Periodismo y se convierte en un arma contra la propia Democracia.

ACTUALIZACIÓN
Recibo vía Twitter el siguiente comentario de mi amigo Pepe Cervera, aká Retiario


Diario Vasco: Momentos estelares del Periodismo
Modelos de coberturas multimedia

1 de diciembre de 2010



Las compays de DV.com no solo hicieron este vídeo, un remake del trailer de la peli de los Bastardos de marras, sino que siguieron con esta idea y perseveraron. De hecho, al final, lograron toda una cobertura que tiene esas cosas que algunos las bautizan ‘innovación’ y otros simplemente recordamos que es Periodismo.


Todavía recuerdo aquella trilogía que definía el Periodismo como formar, informar y divertir. Y en esta cobertura, las compays logran un alto porcentaje de estos preceptos.

Y, además, se divierten.

Yo, como que me moriré sin saber si les envidio o les admiro por tener el valor y el talento de llevarlo a cabo.

Es una cobertura estelar. Enhorabuena.

PD: Luego lo harán los del Daily Planet y diremos que son la hostia.

Las olas de Donosti

12 de noviembre de 2010




Y un buen reportaje en DV: 'Lo que cuestan las olas'.

Mugaritz, el quinto elemento

25 de octubre de 2010

.-Un menú de Andoni Luis Aduriz se come craneando, pensando, utilizando
el cerebro, cuartel general de los sentimientos, pero sobre todo de
los sentidos.

.-Guía para saborear, pensar, oler, tocar, comprender, ver, interpretar,
oír y sentir un menú de Andoni Luis Aduriz & Company en
Mugaritz










Para empezar a escribir sobre una cena en Mugaritz
hay que ser capaz
de crear una metáfora digna,
en condiciones, que luego permita
desarrollar con ejemplos que son palabras la idea que creemos haber
transmitido dentro de ella.

Caso contrario, hay que recurrir a un clásico, a algún grande del
pensamiento que con su saber sea capaz de explicarlo mejor que
nosotros, lo que no será del todo difícil.

McLuhan.
Míster Marshall, será bienvenido para esta ocasión. Él creó
el concepto abcmindness, como forma de conocimiento y consumo
cultural. Él prefirió una forma nueva holística, adelantándose a
Internet.

Para ir a Mugaritz es mejor creer a pie juntillas en nuestro amigo
canadiense y olvidarse del orden de los platos y de la magia del
caserío y tratar de comprender el todo que significa cenar en
Mugaritz, la experiencia de usuario que atesoraremos y
envolvernos en
una serie de conceptos que van más allá de lo que comemos y pasa más
por cómo se come.
Mugaritz es un lugar en el que la actitud importa lo
suficiente para que cambie la percepción de una comida.

Y hemos llegado a la palabra clave: percepción.
En Mugaritz, se come
con la cabeza,
no con la boca o la vista. En Mugaritz se come
pensando.

Y esto, como quiera que se sabe, produce cierto estrés, cierto
compromiso por parte del cliente.

Así que es lo primero que se evapora, el compromiso. Y se ofrece a
cambio un sometimiento o una dominación. Tú eliges. Pero en cualquier
caso, vuelve la tranquilidad tras la primera sacudida.

I. De las contradicciones
El reflejo del cliente
Sometimiento & Rebelión

Responder esta pregunta ¿Por qué pagas una entrada para una peli de
miedo? ¿Para pasar miedo? Algo de todo esto permanece soterrado cuando
alguien logra mesa en Mugaritz. Lo primero que cambia en el comensal
son sus criterios, su escala de valores.
Es un truco de magia. ¿Está
rico o es delicioso? ¿Es transgresor o simplemente demasiado amargo?
Hay un soterrado toque educativo en las composiciones. Por eso, hay
que explicar. Y por eso, hay que recibir con actitud.

II. De los elementos
Cuatro son los elementos existntes en el Universo y también están
presentes con toda su potencia y personalidad en Mugaritz.

Tierra: Madre productora, alimenticia, Ubre Nutricia. Y vasca, cultura
propia, tradición arraigada en un salto futuro. Son siglos. Milenios.
El trampolín es la innovación, el adelanto, el empuje, la imaginación.
Tierra es también idioma de comunicación universal. El euskera a
través de la comida y de ahí a todo el mundo. Precioso.

Agua: Dulce y salada, mar y río, pero sobre todo, lluvia y ola. Dos
definiciones cuasiperfectas y pluscuamcompletas del entorno.

Aire: Entendido como atmósfera, que será cero. Que no influye, no
corrompe pero tampoco purifica. Es el elemento inexistente cuya
ausencia logra las explosiones de saboreos, olores y permite estimular
el cerebro para que coma, piense y sienta el menú.

Fuego: En el caso de Mugaritz destruye y construye. Lo preciso sería reinventa.

III. De las contraposiciones
La neurología ante el espejo
Propias, Ajenas y Combinadas
Veamos. Se pregunta afuera, a los comensales, y presentan en palabras
la experiencia de comer en Mugaritz. Hay que hacer lo mismo puertas,
pucheros y cazuelas adentro. Entonces, se contraponen los términos. En
Mugaritz hay "rápido" y también hay "lento". Se puede explicar como
que se cocina despacio pero se sirve rápido. Cosas así contradicciones
dialécticas. Donde lo que importa es la síntesis, la nueva palabra que marca la idea de Mugaritz. Roma, decían, no era una ciudad ni un imperio ni una cultura. Roma era una idea. Por eso persiste su legado. Y Mugaritz hereda el concepto-idea.

IV. Del resultado
La nueva mutiorgasmia.
¿Es un orgasmo la cumbre del placer? Si usted responde que sí en
Mugaritz aprenderá que puede realizar hazañas hasta ahora desconocidas.
En mi propio caso, permítanme que hable por una vez de mí, uno de los
postres, una nuez con helado, me produjo tal placer que me reconocí
multiorgásmico. Quizá solo por esta experiencia merezca la pena
Mugaritz, porque te enseña nuevas fronteras de la experiencia.
Lean, lean a El Pingue y a El Cocinero Fiel, con quienes tuve el placer de compartir mesa y mantel.

V. Hermenéutica. La interpretación
El Quinto Elemento
Dicen que una obra solo termina cuando es interpretada. Y de la
interpretación que el receptor hace de la obra surge la genialidad.
Para eso, se necesita un imprescindible factor humano. Y una dosis de humildad creadora. Máxime cuando uno está rodeado de genios y de un equipo estratosférico, innovador, propio y elegante.

Ocurrió en Mugaritz, tras el incendio, cuando renacieron. Una de las
ideas, quizá el mantra-Mugaritz, es el círculo de mármol que se colocó
en la pared principal de la sukalde,
la cocina. En cuatro idiomas en
círculos concéntricos aparecen las palabras que son contrapuestas por
mor del experimento neurológico: "rápido-lento". Y todas las demás (Ver secuencia de fotos). El círculo es imperfecto y donde más habría que haber acertado el
marmolista se comió la letra que en vez de lograr la perfección nos
convirtió otra vez en humanos. El Quinto Elemento es el humano es el
que triunfa pero también es el que falla. Es el que nos hace humanos.
El marmolista esculpió "exatitud". Se comió la ce. Porque en Mugaritz,
aciertes o te equivoques, lo que se hace es comer.
PD: Aprovecho para agradecer a todo el equipo de Mugaritz su invitación. Y muy especialmente a Andoni por su tiempo, su comida y, sobre todo, por la conversación.

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