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No hay futuro sin la figura del maestro de jóvenes periodistas

10 de octubre de 2012

Hace cuatro años, en 2008, volví del Congreso de Periodismo de Huesca con una idea que me rondaba la cabeza. Es importante no olvidar el contexto. El Congreso de Huesca se celebra en primavera, en torno a marzo. Significa que la crisis no había entrado de lleno en la sociedad española, que lo hizo en agosto.

Es decir, los periodistas y los medios vivíamos como siempre, en crisis, pero no estábamos en la tormenta perfecta que estallaría en el último semestre del año 2008 y que, como estamos comprobando hoy, cuatro años después, se está llevando por delante la sociedad que se construyó durante la Transición (educación, sanidad, sistema bancario, corrupción en todas las capas del Estado, paro desbocado) y, por supuesto, se está llevando por delante los medios de comunicación tradicionales.

Entonces, escribí este artículo, que fue publicado en las páginas de opinión de mi periódcio, el diario Ideal de Granada: ‘No hay futuro sin la figura del maestro de jóvenes periodistas’.

Exponía lo siguiente:

"Todo viene de la mano. Es como si fuera otra más de sus enormes contribuciones al periodismo. Como si tras las dudas, ideas, planteamientos del Congreso Nacional de Periodismo Digital de Huesca y sobre el futuro de la profesión periodística viniera a decirnos, con su sola presencia, que «ante la duda, haz periodismo».

Como me dijo en los años ochenta, cuando estaba en la Universidad del País Vasco, y nos tomábamos un café a media tarde, en su casa: «El periodista tiene que salir a la calle y mirar». Y se tocaba las cuencas de los ojos con las yemas de los dedos de forma repetitiva y rápida. «Y ver. Y sentir, y oler».

Y olisqueaba la nada arrugando la nariz para enseñarme a buscar noticias. «Y escuchar». Y entonces se volvía a tocar, esta vez las orejas, para mostrarme los sonidos de la información. Porque los buenos y viejos periodistas, la información se la huelen, la información la escuchan, la información la ven. A la primera.

Y entonces te enseñaba a hablar por teléfono y a sacar noticias a cualquiera. Sí. He dicho a cualquiera -él, decía que hablar por teléfono era lo primero que debía aprender un periodista; fijaros que desde este punto de vista, nuestro querido oficio no ha cambiado nada-.

O te cogía el periódico, cualquier periódico, y te enseñaba a leer lo que había ahí delante publicado y 'flipabas'. Porque él te enseñaba a ver lo que estaba publicado y por qué; lo que no estaba publicado y por qué no. Y, si me apuras, te decía lo que iban a publicar al día siguiente y cómo.

Y así mil y un historias y conversaciones que, de haberlo sabido, las hubiera grabado con un 'casete', que los ochenta no daban para mucho más.

Decía que parece que viene de la mano. Y es entonces que «donde sí ha habido un cierto consenso -leo en el último párrafo de las conclusiones del 'Workshop de directores de medios digitales previo al Congreso de Huesca', al que me invitaron-, ha sido en la reivindicación de la formación del periodista digital con los valores del periodismo tradicional».

Y remata entonces esta idea, este camino en el cambio, en la transición, en la revolución digital, el doctor Ramón Salaverría, director del MMedia Lab de la Universidad de Navarra en un artículo titulado 'Nostalgia del Periodismo clásico':

«El Periodismo vive tiempos de relevo generacional forzoso. Muchos periodistas veteranos, despreciados por un mercado inmisericorde, están siendo marginados de la profesión más bonita del mundo. Y no volverán». «El Periodismo -continúa-, tiene que acomodarse al nuevo contexto tecnológico, sin duda.

Pero ojalá no lo haga a costa de borrar su mejor herencia genética: la de la pasión por la noticia y el servicio inquebrantable al público por encima de todo. Da miedo pensar qué será de esta profesión si desaparece de las redacciones una figura insustituible: el maestro de jóvenes periodistas».

Bueno. Lo voy a decir. Aunque el 'Maestro' Antonio Guerrero se jubiló hace ya tiempo, es ahora cuando más lo echamos de menos, cuando más lo necesitamos.

Hoy, tras el ERE en El País, me encuentro con un artículo de Elvira Lindo que no me cabe más remedio que citar. Se titula ‘La madurez’, recoge de un tirón un montón de genios que están haciendo que este mundo sea un lugar mejor para vivir y termina:

"Son personas que han dado lo mejor de sí mismos después de los 50 años. ¿Por qué entonces se considera que los periodistas están acabados a partir de esa edad?", en referencia a las palabras de Juan Luis Cebrián para justificar algunas de las medidas en el ERE en El País.

En 1001 Medios hemos recopilado en dos artículos una veintena de articulos cuya lectura desvela las posiciones y las claves de la crisis en Prisa y el ERE en El País

.-‘Diez artículos sobre Juan Luis Cebrián y la crisis de El País’ (Leer aquí)

.-‘El País que queda tras el ERE’ (Leer aquí)




Y como me ha dado por recordar, pues recuerdo. 
1986, Décimo aniversario de El País. 

"A los diez años de su aparición, El País se perfilaba como uno de los periódicos no sólo más influyentes sino también más rentables de la Prensa Española. La empresa editora, por ello, destinó seguramente un amínima parte de los 1.500 millones de pesetas que, se anticipaba, iban a ser los beneficios de ejercicio de 1985, a festejar este décimo aniversario. 

Una comida en un hotel de lujo de Madrid para todos los trabajadores de la empresa, una fiesta con cena y espectáculo incluido para personajes de la vida pública, un concierto de música clássica en el Teatro real y una gran exposición sobre los acontecimientos de los últimos diez años, nucleados en torno a la historia del periódico, son algunos de los actos programados para los primeros días de mayo".  

Página 284. El País o la referencia dominante, de Gérard Imbert y José Vidal Beneyto (coordinadores). Editorial Mitre. 1986.Página 284 del capítulo firmado por José Fernández Beaumont: ‘Etapas y cambios en la redacción y la sociedad’.

Antonio Guerrero: La mirada grande y limpia de los reporteros

6 de junio de 2011


Cuando te mueres y te escriben en el periódico que poseías "la mirada grande y limpia de los reporteros" te puedes largar al otro barrio con una sonrisa.

Cuando te lo dicen, además, desde el periódico en el que has trabajado durante cuarenta años, al que le has dedicado tu vida, te puedes ir convidando a una ronda.

Cuando desde ese mismo periódico te llaman reportero y te recuerdan como reportero, cuando también has sido director, es que has ido siempre por el lado de la luz: "Un buen reportaje, dicen, es el que se adentra más allá del cerebro hasta tocar el corazón, el que se convierte en música; y, en ese sentido, él poseía el don de la escritura sinfónica".

Cuando desde dentro de tu querido diario te ponen la foto que encabeza este post y te describen con las siguientes palabras es que has sido un hombre bueno: "La imagen que encabeza esta página (...) es la fotografía de un hombre que observa, que escucha, humilde, dispuesto al consejo. Sus ojos están llenos de contenido. Habla con la mirada, con el gesto. Transmite reflexión, experiencia, sabiduría... Le llamábamos, y con total razón, 'el Maestro' (como le conocíamos a Antonio Guerrero).

Este blog le retrató en marzo de 2008 en un post que titulé ‘Huesca: No hay futuro sin la figura del maestro de jóvenes periodistas’, que luego don Esteban publicó como artículo de opinión (el primero y único de toda mi vida) en las páginas del periódico Ideal.

Creo que todo está más vigente y es más necesario que nunca.

Maestro, ¿un ducaditos?

El periodista Rafa López se despide del periódico Ideal de Granada

3 de junio de 2011


Amigo Mío:
Esos textos que escribimos entre todos y que letra a letra según te salen de dentro te sacan también una lágrima.



El periodista del (mejor) corazón

Rafa López, maestro del titular, rey del adjetivo, mago de las palabras, adalid del ladillo, Messi del sumario, as de la vinculada y campeón del despiece, no se irá nunca de IDEAL

El periodista conocido como Roldanito de Cúllar o simplemente Bu-Bu deja en IDEALuna colección de artículos y crónicas solo superada por la de amigos y compañeros

Rafa López atesora cientos de anécdotas. La del ‘Niño que come tortas’ en Motril (una doble página en Granada 2000), la del reportaje del pantano de Canales que El País luego publicó en un breve o quizá la ‘Odisea con Juan Palma en un helicóptero del 061’ son algunas de ellas. Pero quizá es significativa y marca la esencia del oficio lo que ocurrió allá por el verano de 2004. Novelemos pues.

Inmaculada Mardones ha reescrito ella solita esta página que ahora comenzamos a leer unas siete veces. Al igual que cuando Rafa López entrevistó allá por el comienzo del verano de 2004 a la entonces ministra de Fomento Magdalena Álvarez, la entonces jefa de Prensa de la ministra se afanó en reescribirle la entrevista entera a Rafita al menos media docena de veces.

Cuando Jose Guerrero se estaba casando en agosto en Santa Ana y JJ, purito en la mano, atendió el móvil durante dos horas a esta mujer, pensamos que ya había sido más que suficiente. Finalmente, la entrevista salió tal y como Rafa López la había escrito. Era una buena entrevista y no había nada que cambiar, matizar y mucho menos reescribir.

Eduardo mantuvo el pulso a la Mardones. La Mardones lo dejó ocho meses después y Eduardo sigue en su sitio. Es fácil, aunque duro, defender el buen Periodismo. Y es lo que hoy celebramos en torno a Rafa López: Periodismo sin apellidos y la marcha, imposible de la Redacción de IDEAL, del periodista del (mejor) corazón.



-----Y un articulillo muy especial----------
ARDOR GUERRERO
De funcionario a periodista
Hiciste el camino con el que todos soñamos, pero al revés (Nadie es perfecto). Compañero López, amigo Rafa, sabemos que no te vas del todo, que te vamos a tener aquí cerca, que nos seguiremos viendo, pero tu ausencia en la Redacción nos deja vacíos, sin un faro con que alumbrar este camino de incertidumbres que nos ha tocado recorrer. Sí, Rafa… quizás nunca lo hayas sabido, pero has sido luz para todos nosotros. Ante la duda del titular, de la palabra correcta, del enfoque de la noticia, acudíamos a ti y siempre encontrábamos la respuesta certera. Aunque en las universidades ya imparten esta primera lección para los becarios:«Ni dejes que la verdad te estropee una noticia... Ni ‘el López’ un titular».

Eres un referente y la prueba indeleble queda en las miles de historias con las que nos has hecho reír, nos has emocionado o nos has concienciado sin olvidar, por supuesto, tus aceradas crónicas en las que siempre pusiste al ciudadano por delante del político de turno, lo que te costó muchas noches sin dormir y seguramente alguna que otra úlcera. Jamás te doblegaste al poder ni bailaste de un lado a otro como las olas de un temporal.

Rafa, es posible que la exposición pública del amor lo empobrezca, lo banalice, pero hoy necesitamos decirte que te queremos. Sigue pedaleando amigo, la vida está llena de Tourmalets, pero tras la dureza de la subida está el goce de la bajada. Y eso lo sabes tú bien.

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