De Guadix a San Sebastián

19 de febrero de 2009


Enrique Casas nació en Guadix, Granada; y fue asesinado en San Sebastián, Guipúzcoa. Este mes de febrero se cumplen 25 años de aquellos hechos.

Jesús Javier Pérez, periodista de Guadix; y el que esto escribe, periodista donostiarra; hemos recorrido Guadix y hemos volado hasta San Sebastián para recoger testimonios de aquella época y tratar de ver el ánimo de hoy en día. Publicaremos nuestro trabajo este fin de semana, y lo enlazaré también desde este blog. Se podrá seguir también en Ideal.es

Un pequeño adelanto:






Y, ahora, déjenme que les cuente mi recuerdo, que tenía guardado dentro quizá para mostrarlo en esta ocasión.

Yo tenía 18 años y estaba tomando unas cervezas un fin de semana en un local de moda en San Sebastián, mi ciudad.


Gemma, compañera en el CES (Centro de Estudios Superiores) de la calle Arrasate, había quedado con Jayone.

Fuimos juntos a La Kabutzia (es el nombre en euskera de un pequeño pez gelatinoso oscuro y asqueroso característico de nuestra costa). Y también La Kabutzia es -sigue existiendo- la discoteca del piso superior del Real Club Náutico de San Sebastián.

Sentimientos a flor de piel, el ritmo, la juventud, la vida que te la vas bebiendo a sorbos y nunca se acaba, la velocidad y el vértigo. Qué maravilla. Era un tipo feliz.

En una de estas, Gemma me presentó a un amigo suyo. Se llamaba Richard. Su padre, dos semanas antes, acababa de ser asesinado de quince tiros por los Comandos Autónomos Anticapitalistas. Unos terroristas de tomo y lomo.

Su padre, Enrique, abrió la puerta de su casa a los terroristas y le descerrajaron dos tiros a bocajarro. Enrique Casas se dio la vuelta pasillo adentro de su hogar y cayó desplomado. Los terroristas todavía tuvieron tiempo de soltarle otros trece balazos por la espalda.

Dos terroristas, Enrique Casas en el suelo y un solo testigo: Richard. No puedo ni imaginar qué corría por su ser en ese preciso instante.

Richard estaba ahora delante mío. Llevaba una camisa de cuadros y una prenda de estas como de esquiar. Lo recuerdo con pelo rizado claro y cara de susto. Nos estrechamos la mano, le di el pésame. Le pregunté qué tal estaba y se encogió de hombros. Bebíamos cerveza y estuvimos hablando durante largo tiempo, toda la tarde, recuerdo.

No volví a verle nunca jamás. La velocidad de aquellos años ochenta, de la vida, el ritmo y los sentimientos a flor de piel.

Hasta que este domigo pasado entré en su casa de San Sebastián. La sonrisa de Bárbara Dürkhop evitó el escalofrío que suponía que me recorrería el espinazo al cruzar esa puerta donde los asesinos balacearon al senador Casas.

¿Qué decir de una mujer que ha seguido viviendo en este piso contra viento y marea?

Bárbara, dinámica y jovial, cálida, nos enseña las fotos de la boda de uno de sus retoños. A la izquierda, delgado, trajeado, con el pelo corto y sonriente, vuelvo a ver a Richard.

Le cuento esta historia a Bárbara y me dice:

-¿Así que de cañas en La Kabutzia ehhhh? bromea cómplice.

"Ahora es médico", cuenta.

Me recorre una enorme satisfacción.

¿Qué otra profesión podría haber elegido Richard que cuidar las vidas de los demás?

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PD. A finales de este mes de marzo Bárbara Dürkhop y Txiki Benegas viajan a Guadix para rendir homenaje en su ciudad natal, a la memoria de Enrique Casas. Presentarán el libro de la Fundación Pablo Iglesias ‘Recuerdo de Enrique Casas’. Yo pienso ir.

PS. La ilustración es del Maestro Mesamadero

9 comentarios:

Pablokdc dijo...

Me he quedado estupefacto y con escalofrios despues de leer la historia, tengo unas ganas de ver lo que teneis preparado.

Bella y triste historia, muy vivida.

Un saludo

Pablokdc

Anónimo dijo...

Qué bonito post! Además soy un amante de Donosti y voy al menos una vez al año, si puedo en Semana Grande, y a veces más. Y aunque no me entusiasma la Kabutzia, me ha gustado imaginar perfectamente vuestro encuentro.
Agur!!

Gracchus Babeuf dijo...

Con los pelos de punta me quedo. Y encantado de haberle conocido.

Anónimo dijo...

Gracias hermano. Fue el 24 de febrero, dos pistoleros llamaron a la puerta...

Quise levantar de nuevo mis recuerdos para ese día; pero mejor dejé que se atendiese por los mismos vascos, y así me satisface.

Bienvenido al corro.

Goyo
05-feb-09

Anónimo dijo...

Gracias hermano. Fue el 24 de febrero, dos pistoleros llamaron a la puerta...
Quise levantar de nuevo mis recuerdos pero mejor dejé a que fuesen los vascos que se atendiese y así me satisface.
Bienvenido al corro.
Goyo
05-feb-09

Anónimo dijo...

Bienvenido a Las Ideas, un saludo

Anónimo dijo...

Bienvenido a Las Ideas. Un abrazo desde Buenos Aires

PeriodismoalPilPil dijo...

Bueno, pues gracias a vosotros. A ver cómo queda el homenaje de vuelta en Guadix. Seguiremos informando!!!

julio dijo...

La verdad que bastante fuerte la historia.

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