Me pregunta vía GTalk @jonlaiseca qué he cenado. Me saco una foto sin flash y sale esto. No sé por qué, pero hay algo que me atrae. Esos lados oscuros, esas aristas sin pulir, pero esa mirada de corazón salvaje que no se rinde jamás sigue presente, pese a los 45 años. Toca pensar, acaso, si me quedaré solo, si se hundirá el barco, si sabré nadar, si simplemente, estaré durmiendo, mientras la orquesta, toca el violín y la pandereta. Bebo un trago y a otra cosa. No sé... Inquietante y mutante. Sigo buscando lema para este curso que ya ha empezado.
¿La cena?
Un clásico de La Espiga de San Sebastián: Bonito, anchoas y guindillas. Exquisito.
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