Llevo toda la mañana, a raticos, debatiendo con bastantes personas sobre el artículo de opinión que ha dado pie al post anterior. Tras escuchar un cúmulo de insensateces y frivolidades que no hacen sino atentar contra la credibilidad de un medio serio y profesional como es Diario de Sevilla, me quedo ya sin argumentos y me despido citando a uno de mis maestros, donde deja en su justo sitio a un especimen que no está haciendo demasiado por nuestro querido oficio.
Me refiero al columnista y su ego corrosivo.
"El ego más corrosivo es el del columnista. Quien haya llegado tan alto como para que se le encargue la redacción de una columna fija, o bien no necesita ningún consejo o bien tiene (o pronto llegará a tener) un ego que le impide aceptar consejos. Y ello a pesar de que los reporteros que han descubierto injusticias y los directores que han tenido el valor de publicar sus informaciones son los auténticos héroes del Periodismo. No así los analistas, los columnistas ni los comentaristas que trabajan cómodamente en sus despachos. Casi todo el mundo tiene comentarios que hacer, ya sean interesantes o no, pero muy pocas personas poseen informaciones novedosas. Los comentarios son algo común mientras que las informaciones son un bien escaso, y por lo tanto, valioso".
Recomiendo la lectura de El periodista universal, de David Randall, que ayuda con el negociado ese tan complicado para los periodistas y sus remedadores de la humildad y el compromiso.
En este barco sí me encontrarán a bordo.
PD
Quiero dedicar este post a todos los compays que se dejan la piel en Diario de Sevilla, en la Redacción, con las fotos, en el papel y en la web. Sois cojonudos.
1 comentarios:
Jo, Barrera, soy la presidenta del club de fans de David Randall de mi barrio. Hay una cita suya sobre la extensión de los textos y la fecha de eentrega que cada año leo a los estudiantes y ya casi me la sé de memoria. No sé si Álvaro la recordará.
Publicar un comentario