El doctor Jesús Candel, cuyo alias es Spiriman, protagoniza desde hace un año las protestas en Granada por una sanidad digna, de calidad. Sus convocatorias de manifestaciones han llenado repetidas veces las calles de la ciudad de la Alhambra, hasta el punto que la fusión hospitalaria que organizó la Junta tuvo que dar marcha atrás y el Gobierno andaluz aprobó un decreto de 'desfusión'.
Hasta aquí, sin estar de acuerdo ni dejar de estarlo, nada que objetar. Como periodista uno informa y busca la manera de dar todas las versiones, la fotografía de 360 grados para que el lector esté informado. Ahí, en la foto, estoy entrevistándole en un directo de Facebook durante una de las manifestaciones.
Los nuevos argumentos de Spiriman son los insultos. Spiriman, el doctor Jesús Candel, lleva lo que va de semana insultando a periodistas, amigos y políticos con calificativos como "lameculos", "chupóptero del sistema", "gilipollas", "tonto del culo", "tonto de capirote", cabrón", "tonta", "sinvergüenza", "ladrona", "hijadeputa".
Entiendo que el Colegio de Médicos, La Junta de Andalucía y el Colegio de Periodistas de Andalucía deberían recomendarle que moderara su discurso, que dejara de insultar.
En efecto, resulta que, ahora, el doctor Jesús Candel se ha convertido en el hombre que insultaba demasiado. Es vehemente, vocifera, grita e insulta. Llama "lameculos" a un amigo mío que, una persona de bien, que cuando llegué a Granada de becario en 1990 me acogió en su casa. Rafa Troyano.
Tengo sentado a mi derecha en la redacción del periódico Ideal a Dani Olivares, Dawson para los colegas, a quien estos días, en vídeos y textos compartidos en redes sociales, le ha llamado "periodista reprimido", "chupóptero del sistema", "gilipollas" y "tonto del culo".
A la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, le ha llamado repetidas veces "hija de puta". Al alcalde de Granada, Paco Cuenca, le tilda de "tonto de capirote" y todas las lindezas más que se puedan concebir.
Al líder de Ciudadanos en Andalucía le llama directamente "cabrón".
A María Jesús Montero, consejera de Hacienda, "tonta", "sinvergüenza" y "ladrona".
Y así, sin misericordia, Spiriman se ha convertido en el hombre que insultaba demasiado.
Os dejo aquí sus entradas en Facebook con sus vídeos, donde se escuchan más insultos.
Vídeo 1
Vídeo 2
Alguien debería hacerle llegar que este no es precisamente el camino.
Personalmente, además de apoyar a mis compañeros periodistas, a quienes respeto y aprecio, mandar un abrazo a los políticos que están siendo insultados y recordar que la razón se pierde, sobre todo, cuando palabras como cabrón, hijadeputa o lameculos, salen continuamente de tu boca.