MacMillan. El periodista F5
"Tenía que ser capaz de meter lo que había en el camión de la unidad móvil en mi mochila"

18 de junio de 2010

He encontrado un ejemplo estupendo de cómo avanzar en la e-volución. Es MacMillan, Jim MacMillan. No tengo el placer de conocerle, pero en cuanto pueda se lo digo a mi compadre @Lontzo, de EITB, que anda investigando sobre la portabilidad y sobre los teléfonos móviles, y a ver si le invitamos a comer en Bilbao. O en Granada.

MacMillan es un tipo que ha ido sorteando con astucia, perseverancia y cierto talento las distintas barreras que se han ido levantando a su paso.
Más o menos, pueden ser las siguientes. Advierto que son ideas que arropo con palabras, para que sean conceptos. Son ideas sin terminar pero sirven para contextualizar, para aproximarse al hecho y a la coyuntura. Para definir las líneas del debate, no para resolverlo.



Sobre las redacciones:
Convergencia, Integración, Fusión fría o fusión caliente.

Sobre el proceso:
Mutación, adaptación, supervivencia, cambio, revolución.

Sobre las técnicas:
Multimedia, audiovisual, multisoporte, social media, movilidad, teléfonos.


Sobre el negocio:

Colapso, pérdidas, crisis, ERE, despidos, prejubilaciones, pánico, incertidumbre.

Sobre los periodistas:

Actualización, reciclaje, aprendizaje, reconversión.

Y aquí aparece el bueno de MacMillan, el periodista no mutante sino mutado. El periodista F5, que se ha actualizado, se ha reinventado y continúa avanzando.

La historia de MacMillan llega vía Poynter OnLine, tipos de fiar. Me he currado la traducción del post porque creo que la experiencia de MacMillan puede ayudarnos a muchos.

¿Quién es MacMillan? Es un fotógrafo del Philadelphia Daily News, El Philly en Internet. Este periódico fundado en 1925 es un clásico. Y también sus periodistas. MacMillan era uno de sus fotógrafos. Ganó un Premio Pulitzer y entre otras muchas coberturas ha sido enviado especial en la guerra de Irak.


Su mutación le llevó a trabajar con teléfonos móviles para
grabar vídeos, hacer fotos y retransmitir en directo. Se introdujo en las redes sociales. Y es un megausuario en Twitter, con 78.000 seguidores.

Ha dado, incluso, otro paso. Volvió a la Universidad para formarse y luego compartir su experiencia. Y otro. Ha abandonado su empresa para trabajar en solitario, sin el paraguas que le ofrece un medio tradicional. Es aquí donde acuña su concepto de periodista ‘social’ y ‘móvil’.

Cuenta al final que está preparando ahora el siguiente escalón de su trayectoria profesional. No para. Armado con sus móviles y su Twitter, quiere crear un medio de recomendaciones, que sea también un agregador, que utilice Social Media a saco y enfocarlo a la creación de comunidades locales.


Si tengo que quedarme con una frase de mi amigo MacMillan, elijo la siguiente: "Tenía que ser capaz de meter el camión de la unidad móvil en mi mochila".

¿A qué mola el viejo MacMillan?


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(Advierto, no es una traducción profesional. Es una traducción ‘ciudadana’ ;-)

Mobile Media
Un antiguo fotógrafo de un periódico se convierte en un periodista social y móvil
Un post de Damon Kiesow, en Poynter.

"Hola, soy Jim. Soy de Internet". Este fue el momento en que Jim MacMillan, ganador de un Pulitzer en la modalidad de Fotografía, un veterano con 17 años de curro en el Philadelphia Daily News, y enviado especial a la guerra de Irak como periodista empotrado en las unidades de combate estadounidenses durante la invasión, se dio cuenta de que el juego (la partida) había cambiado.

Soltó esas palabras hace dos años a un jefe de Bomberos durante un incendio en Filadelfia mientras grababa vídeo y tomaba fotos para la web del Daily News. Que la web tuviera prioridad frente al papel (web-first) era algo relativamente nuevo en su trabajo. De ahí la confusión, dice MacMillan.

"Si hubiera espetado ‘Daily News’", hubiera referido algo particular sobre la clase de autoridad sociocultural (de mi presencia) y dónde hubieran podido encontrar las fotos al día siguiente", dice. Pero al explicar que estaba grabando vídeo para la web y tomando fotos para el periódico, y que el vídeo podía encontrarse on line siguiendo una secuencia de clicks por la página, valía lo mismo y generaba el mismo buen rollo. "Trying to boil down the shorthand in the middle of a crisis is really difficult," he said. (Intraducible para mí. Preguntaré). MacMillan, que está terminando su año como profesor en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Missouri, dice que ese instante fue emblemático de su conversión de un fotógrafo de calle que cubre un crimen en Filadelfia a un periodista de redes sociales (social media journalist) que la última vez que miró tenía más seguidores en Twitter que Sonia Blanco, pero menos que Enrique Dans. (Comprobar) (at last count had more Twitter followers than Katie Couric (but fewer than Steven Colbert).
LA ADAPTACIÓN AL PERIODISMO MÓVIL

La revelación tuvo lugar en abril de 2008, meses después de que MacMillan hubiera vuelto al Daily News tras una beca (fellowship) tras la que aprendió a amenjar vídeo en Internet. Como el primer videoperiodista del diario, estaba currando aquél día con una Sony HD y utilizaría el vídeo para capturar fotos y publicarlas en el papel. MacMillan compartía la desesperación de muchos ‘videoperiodistas’ (newspaper videographers) en ese momento:

MacMillan compartió la desesperación que en ese momento tenían muchos periodistas y videoperiodistas (videographers). El trabajo era todavía tan nuevo que muy pocas webs mostraban vídeo de forma efectiva, lo que significaba que una ingente cantidad de historias innovadoras quedaban sin ser vistas. "No podías encontrar mis contenidos". No había "ni visores distribuibles para ver vídeos ni feeds sindicados vía RSS" en la web del Daily News que ayudaran que los vídeos fueran compartidos y comentados a lo largo de la web.

De la misma forma que estaba preocupado con la distribución de su trabajo, también era todo un reto la tecnología para grabar vídeo (ENG). MacMilllan estaba trabajando en ese momento que una unidad móvil de televisión entrara en una mochila de forma que pudiera grabar vídeo al tiempo que pudiera emitirlo al mismo tiempo desde la Web a cualquier parte de la ciudad.

Esto requería en 2007 un ordenador portátil, una videocámara digital, un moden sin cables (con Wi FI) y una increíble cantidad de suerte. Ahora, desde luego, el camión de la unidad móvil cabe en su bolsillo del pantalón y tiene la forma de un IPhone. La primera lección que sacó de su experimento de videoblogging en directo fue que los cacareados planes ilimitados de datos para móviles realmente tenían límites. La segunda lección fue que si quería que sus esfuerzos en la web fueran conocidos, un poquito de promoción de los contenidos a través de las redes sociales no haría daño.

En 2007 MacMillan asistió a la Blog World Expo y tuvo otra revelación. "Estás justo cinco minutos detrás de mí", dijo uno de los conferenciantes, en referencia al tiempo que se tarda en subir un vídeo en internet. Los ‘cinco minutos’ de MacMillan llegaron poco después, cuando descubrió que él mismo era un periodista independiente con un blog nuevo y camino de conseguir 78.000 seguidores (followers) en Twitter.

TRABAJANDO FUERA DEL PARAGUAS DE UNA EMPRESA PERIODÍSTICA

La realidad de esta nueva situación le golpeó cuando estaba sacando fotografías en otro incendio en Filadelfia, esta vez, sin su credencial del periódico. Con su IPhone, Mac Millan estaba cubriendo una tragedia que se desarrollaba en Navidades en la que murieron siete personas. Aprendió dos lecciones de esta experiencia. Un periodista que está trabajando y usa un móvil es difícil de distinguir de cualquier otro ciudadano en la calle. "La respuesta de los primeros auxilios, urgencias (¿?) ante uno que está grabando con un IPhone es extremadamente negativa", Mac Millan cuenta. ("The response of first responders to a shooter with an iPhone is extremely negative," MacMillan said). Incluso tras 17 años de trabajo en la ciudad, sintió que los responsables de las fuerzas de seguridad le veían como un voyeur, no como un periodista, por el equipo que utilizaba.

La segunda lección, si vas a publicar noticias y fotos serias y rigurosas en tus redes sociales, el contexto es importante. "Que tu avatar en Twitter o Facebook sea una enorme cara sonriendo no se corresponde adecuadamente con las breaking news". MacMillan dijo que conoce casos parecidos de gente que ha tenido este mismo problema con su avatar. Tras la cobertura del incendio cambió su careto por uno que era "más cálido y cercano pero en el que no aparecía sonriendo como un idiota".

Este es uno de los retos de ser periodista en un en una época de rápido cambio social y tecnológico. "Estábamos acostumbrados a que había una manera correcta de hacer las cosas" para un periodista, dijo. "Ahora no hay ninguna manera mala", solo hay lecciones que todavía no hemos aprendido. Para MacMillan este es uno de los secretos para triunfar como periodista en las redes sociales y periodismo móvil (el que se hace con dispositivos móviles como un IPhone), equivocarse y aprendiendo de los errores. Le preocupa que a las empresas de comunicación están desperdiciando demasiado tiempo girando sobre sus ruedas en sistemáticas conferencias sobre el futuro del Periodismo y no demasiado tiempo tratando realmente de hacer cosas nuevas.

"Hay una docena de ideas en una moneda de diez centavos. Todo el mundo tiene ideas", explica. "Pero trata de hacer algo". MacMillan estuvo el año pasado haciendo y enseñando periodismo ‘integrado’ en la Universidad de Missouri. Ahora continúa probando los últimos cacharros para descubrir cómo pueden ser utilizados para grabar vídeo con un móvil.

Todavía está impresionado por algunos avances tecnológicos, tales como ser capaces de mandar vídeo en directo desde un móvil. MacMillan explicó que recientemente se había encontrado con uno e sus estudiantes tocando el acordeón en la calle, sacó el móvil y grabó un vídeo. Mientras volvía a casa, el vídeo ya estaba archivado en su Qik (similar al Youtube) y en su propio blog.

Cómo preparar a un periodista móvil

Aunque estas herramientas de periodista (con un teléfono) móvil parecen fáciles de utilizar, la preparación es la clave. MacMillan sugiere que hay que poner a punto el equipo y la forma de trabajar con proyectos que sean divertidos, antes de ser arrollados por una noticia de última hora.

Recordó que le ayudó que era un fotoperiodista que "ya estaba obsesionado con que el equipo estuviera siempre cargado". Esta misma idea la aplicó a los teléfonos móviles y a las videocámaras de bolsillo; tienes que saber siempre dónde está tu equipo y si está a punto. Para utilizar un ‘smart phone’ de forma efectiva para cubrir noticias recomienda colocar las aplicaciones más utilizadas a golpe de vista en la pantalla del móvil y practicar con el streaming. "Graba todo lo que no sea importante solo para ver qué es lo que pasa".

MacMillan dijo que ahora puede emitir por Ustream, con un solo teclado. Cuando empieza la emisión, envía un tweet, y cuando termina, la aplicación (app) le permite subirlo a You Tube.

Algunos de sus otros descubrimientos no son tan tecnológicos. Recomienda llevar siempre encima un trapo para secar o limpiar la pantalla del móvil. Y, sorprendentemente, un regalo que le hicieron, un par de ‘guantes para el IPhone’, se ha convertido en una valiosa parte más de su caja de herramientas.

Incluso con un baúl repleto de equipo el truco es lograr un equilibrio entre la velocidad de retransmisión y lo que se quiere decir, la narración, el reporterismo. "Lo que tú quieres es que un buen trabajo se haga de la forma correcta", dijo MacMillan, pero no a costa de hacer mal Periodismo. "El objetivo es la mejor combinación posible entre las técnicas periodísticas y la llegada inmediata". Dominando las herramientas de los móviles puede lograrse este objetivo.

MacMillan está planeando volver a Filadelfia tras las clases de verano para estar con su mujer, que trabaja en la ciudad para Associated Press MacMillan está desarrollando un concepto (y buscando financiación) para un proyecto web de noticias locales que sería parte agregador, parte organizador de comunidades.

MacMillan ha visto cómo ‘crowdsourcing jurnalism’ (Una técnica para hacer reportajes que consiste en juntar un buen grupo de gente y pedirles testimonios, pero a través de un sistema informático, como una web) y las redes sociales ahora hacen parte del trabajo que antaño realizaban los profesionales. Y mientras un grupo de gente puede estar en cualquier sitio, cualquiera puede leer cualquier cosa que ha sido escrita, fotografiada o grabada en vídeo en cientos de miles de fuentes. Se pregunta si puede existir un lugar para editar, verificar y actualizar este flujo informativo para una comunidad local. "La gente se siente abrumada y no sabe en quién confiar".

Todavía le queda el reto de explicar su nuevo trabajo en una tarjeta de visita. "¿Cómo te ganas la vida?, se pregunta. "¿Dónde comienzo? Depende del día".


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