Like a Rolling Stone
Gijón. Verano de 1995

1 de febrero de 2011


Mírame. Mírame a los ojos. Así soy yo. Exactamente yo. Rodeado del mejor tipo del mundo. Junto a él. En la plenitud que no cesa. Al lugar al que he vuelto tras un viaje interior, completo, oscuro y mutante para recuperar lo mejor de mí. Con las ideas claras y el valor necesario. Solo hay futuro para un tipo hecho de tiempo, de sueños y de ganas por recorrer el camino y vivirlo con sus colegas, con sus amigos, con los suyos.

Gigón. Verano de 1995. Vodoo Lounge presume de ser la gran última gira de los Stones. Musicalmente arrolladores, logran colocar su cedé antes de los tiempos de los piratas en el top de todas las listas de éxitos.

Una versión de Like a Rolling Stone de Dylan protagonizada en un clip por la rubia de la cazadora de cuero rojo nos subió hasta los cielos.

Otra vez, era una canción con la que nos callábamos en los bares, tan solo para escucharla, tan solo por respeto, tan solo para soñar. Es esa sensación de que el tiempo está de tu lado. Y de que todo lo que está por venir va a ser bueno, tremendamente vibrante, con muchas erres, con muchas uves, con muchas emes, con muchas letras, notas, sonidos, mordiscos y suspiros. Con muchos muchos y muchos muchos pero que muchos muchos más.

Era exactamente ese fin de semana del verano de 1995 en Gijón lo que importaba. Enrique le daba duro al MIR y lo aprobó. No habrá otro médico nunca como él. No habrá otros médicos nunca como ellos. Yo seguí con lo mío y hoy he vuelto a Gijón. Del hotel al diario El Comercio solo me separaban treinta minutos de caminata. Fui por el Muro, que es como llaman aquí al Paseo Marítimo de la playa de San Lorenzo.

La escultura de Chillida, en el montículo verde sobre el mar, te hace sentir en tu casa-Cantábrico de olas y sal.

De pronto un rayo me paraliza y me quedo quieto. El sudor frío me permite hiperventilar. Estoy viendo, a mis 45 años, la foto que fue sacada hace ya tantos años, en ese mismo y exacto lugar.

Una sonrisa infinita se dibuja en mis labios. Me cierro con fuerza el puño y me golpeo el corazón y la mano sale rebotada con los dedos abiertos en forma de uve. Uve de victoria. Uve de vida.

¿A qué mola?

Soy un tipo afortunado.




La Letra de Like a Rolling Stone y algo de mítica; y más si le das al inglés.

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