El hombre se llama Justo y tiene la mirada perdida. Su mujer se abraza a él con fuerza. Pasa un cuarto de hora de las doce del mediodía. El sol de finales de abril comienza a picar. Sierra Nevada se alza al fondo blanca y majestuosa. La fotografía está tomada en el Cementerio de San José de Granada. En la puerta.
Esta pareja acaba de enterrar a su hijo Alejandro, de seis años, que falleció ayer en un crimen que está en proceso de investigación. No quiero ni pensar lo que pasa en estos momentos por sus cabezas, por sus corazones, por sus almas. Solo espero que a ellos dos y a todos los suyos la vida les trate bien.
A veces, esto de ser periodista, es muy duro.
Esto de ser periodista es muy duro
28 de abril de 2011
Publicado por PeriodismoalPilPil en 12:04 p. m.
Etiquetas: Fotografía, Historias de periodistas, Periodismo
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