Allí estaba ella.
Progre, guapa, con actitud, prieta, con una sonrisa inabarcable.
Eran los 80 era Nueva York yo la miraba y me enamoraba de la chica que se le parecía. Irremediablemente y hasta hoy.
Yo era veinteañero y ella era mayor.
Pero lo que me impresionaba es que me daba esperanzas.
Que Michael Caine, gentleman y actor, borracho y espía, asesino y seductor, fuera capaz de comportarse como un chiquillo enamoradizo, esperar en una esquina congelada hasta verle aparecer, correr como un obseso y dar la vuelta a la manzana, sin vergüenza y con tensión, para aparecer en la esquina precisa para poder hacerse el encontradizo, pergeñar el plan, acabar en la librería, romántica y papelera, fuera de los pubs donde la competencia es infumable, y decirle a tu pasión. "Lee el poema de la página 112, no te olvides, me recuerda a ti".
Y ver la sonrisa de ella y su mirada, tras terminar el poema, cuando se da cuenta de lo que está pasando....
Con sólo mirarme me liberas,
Aunque yo me haya cerrado como un puño
siempre abres
Pétalo tras pétalo mi ser.
Como la primavera abre con un toque
Diestro y misterioso su primera rosa.
Ignoro tu destreza para cerrar y abrir
Pero, cierto es que algo me dice
que la voz de tus ojos
Es más profunda que todas las rosas.
Nadie, ni siquiera la lluvia,
Tiene manos tan pequeñas.
somewhere i have never travelled, gladly beyond
any experience,your eyes have their silence:
in your most frail gesture are things which enclose me,
or which i cannot touch because they are too near
your slightest look will easily unclose me
though i have closed myself as fingers,
you open always petal by petal myself as Spring opens
(touching skilfully,mysteriously)her first rose
or if your wish be to close me, i and
my life will shut very beautifully ,suddenly,
as when the heart of this flower imagines
the snow carefully everywhere descending;
nothing which we are to perceive in this world equals
the power of your intense fragility:whose texture
compels me with the color of its countries,
rendering death and forever with each breathing
(i do not know what it is about you that closes
and opens;only something in me understands
the voice of your eyes is deeper than all roses)
nobody,not even the rain,has such small hands
Woody Allen y E. E. Cummings, gracias
Cien poemas para un verano
4.- Woody Allen & E. E. Cummings en Hanna y sus hermanas
No te olvides de leer el poema de la página 112
29 de junio de 2011
Publicado por PeriodismoalPilPil en 5:21 p. m.
Etiquetas: Cien poemas, e. e. Cummings, Hanna y sus hermans, not even the rain, Woody allen
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