Una lección de Sierra Maestra

12 de septiembre de 2007

Clase práctica de Periodismo impartida en una vivencia de cuatro días en Granada

Reflexiones sobre las andanzas de Gustavo Sierra en su participación en el Congreso Andaluz de Periodismo Digital

El lado humano, vivaracho, sagaz y comprometido del enviado especial multimedia del diario Clarín de Buenos Aires

ES la primera vez que mi familia me dijo que no quieren que vuelva a Bagdad».Territorio Comanche, Arturo Pérez Reverte dixit. Se lo huelen los Sierra en Buenos Aires (su esposa y sus dos hijas). Gustavo ya ha estado tres veces-«tengo unos amigos en la BBC que me hacen la cobertura técnica»-, y «es el momento de rematar la experiencia». Fundido en negro en su mirada. «Es que en cuanto sales del aeropuerto de Bagdad te marcan (así empieza cualquiersecuestro, explica). Y como no tengas cobertura...». Piensa. Se difumina, y a otra cosa.

Terminar los trabajos, las aventuras, las iniciativas, los proyectos periodísticos emprendidos. Cueste lo que cueste.

Es la primera lección.

LEJOS de ser un acelerado, Gustavo es el prototipo del hombre tranquilo.Trabaja cual silenciosa computadora (en su lado del Charco al ordenador sele llama así o, directamente, utilizan el prestamo lingüístico 'top lap', portátil). Y no se desenchufa. No se desconecta. Nunca se 'resetea'. No hay error de sistema que valga. Durante su estancia en Granada para pronunciar la conferencia inaugural de I Congreso Andaluz e Iberoamericano de Periodismo Digital, tomó apuntes, concedió entrevistas, preparó materiales, envió artículos a Clarín e intervino en directo de madrugada (cosa de las diferencias horarias) en el informativo de televisión del que es analista de política internacional.

Un profesional es periodista 24 horas al día, siete días a la semana, 365 días al año... Todo el tiempo, toda la vida.

Es la segunda lección de Periodismo.
´
Gustavo llega al aeropuerto de Granada extenuado.
Sin embargo, no calla. Da paso a la tercera lección.
Gustavo Sierra, enseña.

¿Sabés cuál es la ciudad más loca del mundo?Fuiiiiiiiii. Cuando un enviado especial a zonas de guerra, de conflicto, de combate, te hace esta pregunta uno se recuerda a cuando en el portal de la escalera el vecino, recién terminado agosto pregunta ¿Sabes dónde hemos estado de vacaciones?. Seguramente la diferencia radica en la cara. La del vecino está radiante; la de Gustavo Sierra es picarona. Lógico. En su pregunta está la misma trampa. Un enviado especial sabe que ha recorrido mil ciudades. Y sabe que tú sabes que no acertarás ni loco. Por cierto, la respuesta a la pregunta del vecino se cuadra en medio de la Rivera Maya y Torremolinos.

Bueno, vamos al lío. Gustavo Sierra enseña. Y reduce su vasta experienia a una lección que explica. La ciudad más loca del mundo es el de efe. El D. F. México capital.
Ahora bien. ¿Cómo explica el maestro su lección periodística? Fácil, con su mirada periodística. Resume la locura del D. F. con dos ejemplos.

Los mariachis se contratan en una plaza del D. F.. Tú vas, negocias y resuelves. Y ellos agarran el auto y se plantan con sus canciones en el lugar indicado. ¿Dónde está la locura? Fácil. Da igual cuántos mariachis contrates, uno, cuatro, ocho, veintidós. Todos se montarán en el mismo auto y aparecerán con el guitarrón asido por la ventanilla; los sombreros en el tejado del coche y treinta y cuatro mariachis repartidos entre el maletero y el asiento de atrás. Yo lo he visto, termina Gustavo. Y yo me lo creo, que digo yo, antes de atragantarme con la enésima carcajada del día.

Segundo ejemplo. No hay muchos, matiza Gustavo, pero haberlos hailos, galleguiza mejor que nunca. Yo los he visto. Culmina. Y entonces, para. Enarca los ojos dentro de sus cejas y estalla en risas. Resulta que por el D. F. hay hombres con baterías colgadas que ofrecen descargas eléctrica a un par de dólares la descarga. Increíble que lo ofrezcan, más increíble que alguien compre una descarga. Gustavo pone este ejemplo para describir con esta anécdota la tensión que vive el D. F. Y es una buena descripción. Gente que paga por electrocutarse un poquito...

Cuarta lección.
Gustavo Sierra vive en el futuro.

Si no me creen, lean a Juan Varela, actual director de adn.es, en su blog, Periodistas21.blogspot.com: La incógnita de Gustavo Sierra.
Juan Varela, que estuvo en Guadix en el Congreso, escribe: Gustavo Sierra, director e impulsor de algunos de los mejores reportajes multimedia de Clarín.com fue tajante: "Cada vez pienso y hago más vídeo y utilizo menos otros formatos". Fue una de las frases más inquietantes del I Congreso Andaluz de Periodismo Digital. En la era de la multimedia el vídeo se impone. Ayer Eva Domínguez reclamaba en Mundo Babel un lenguaje multimedia para superar el vídeo, pero la generación youtube se impone en el periodismo digital.

Como veréis, nunca dirán algo parecido de mí.

Y lo siento mucho.

Aunque también persevero.

Quinta lección.
Gustavo Sierra, aprende.

Tras el I Congreso de Guadix, le pedimos un artículo .Resulta que nos cuenta que volvió a Buenos Aires y, ya en Clarín montó la octava Mesa del congreso. Reunió a unos cuantos periodistas, les contó lo que aprendió en Guadix de tanto ponente, tanto periodista y tanto amigo y lo compartió para a su vez volver a crear.

Quizá esta es La Lección Magistral. ´
Un buen periodista aprende, comparte el conocimiento, y todos aprendemos.

Para seguir en este camino.´

No son pocos los retos que el Periodismo del siglo XXI tiene que afrontar y resolver.

Quizás, de todos estos milagros, este es el más importante.

Ser periodista, hacer tu trabajo, enseñar y aprender. Todo a la vez.


P.D. Otro día aunque tarde otros meses, os hablaré de sus libros, sus artículos, sus reportajes... aunque de eso ya sabéis...


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