Cosas que no se pueden comprar con dinero: Sanidad y Educación pública

27 de diciembre de 2011

ACTUALIZACIÓN 
Le envié el artículo a mi director, Eduardo Peralta, para que considerara publicarlo en las páginas de Opinión de Ideal. ¡Y lo publicó! Le doy las gracias personalmente por ello. 


Además, firmar junto a Andrés Cárdenas y junto a una Carta al Director en la que aparece carlos Morán, es todo un honor. (Sobre la Carta al Director, en un par de posts respondo). 

En defensa de lo público

Andrés en el Materno Infanti de Granada


Un gorrito con dibujos de Piolín, amarillo chillón, destaca sobre el verde-cirujano de la doctora que acaba de intervenir a mi hijo Andrés. El enano tiene un lunar en la cara desde que nació y tras cuatro años de seguimiento médico por el equipo de Dermatología del Hospital Virgen de las Nieves de Granada se recomendó intervenir. Sin más. 


No es maligno, pero cuando Andrés se convierta en un mozalbete en vez de un candoroso lunar se despertará una mañana como Samsa, y lo verá convertido en una horrible cucaracha. Y en medio de la cara. 


El equipo de cirugía infantil del Hospital Materno Infantil de Granada se ha tomado su tiempo para decidir el tipo de intervención. Nos informaron, nos explicaron y nos citaron la semana pasada para operarle. Os aseguro que pese a ser una intervención programada y además ambulatoria, es decir, que entras por la mañana en el hospital y por la tarde te vas a tu casita tan ricamente; que a pesar del trato recibido, exquisito y cálido, el ratillo que dura la intervención y estás lejos de tu enano lo pasas que pa qué. 


Tengo la satisfacción de poder escribir que la operación salió perfecta, que Andrés está estupendo y que no tuvo dolor ni molestias, que el trato fue cordial... Es para respirar hondamente. Con tranquilidad. 


Mi sorpresa, tras tanto trajín, ocurrió al mediodía, cuando sobre las dos de la tarde sonó mi teléfono y al otro lado escuché la voz de Sonia, la profesora de Andrés, en el Colegio Público Genil. Llamaba para preguntar cómo había salido todo, que habían pasado la mañana con cierta tensión, propia del suceso. Y que toda la clase había pedido por Andrés para que todo saliera bien.


Medio minuto después, y como de repente, me invadió una satisfacción cálida, enérgica. Un colegio público y un hospital público... un sistema sanitario público y un sistema educativo público habían entrado a la vez y del tirón en uno de los momentos cruciales de mi vida, de su vida, de nuestra vida. Y el resultado, simplemente, no se podría haber comprado nunca con dinero.


No sé si me siguen...


La reflexión es que como ciudadanos activos y comprometidos debemos luchar por mejorar el sistema sanitario público y el sistema educativo público. Pero ahora, igual, y digo que solo igual, la pelea no va a ser por mejorarlo. La batalla que toca ahora es defenderlo.


Sirva este post y la experiencia familiar para acusar recibo de que los defenderemos.


Acabo citando a mi amigo Ignacio Escolar, siempre tan recomendable y a veces desasosegante por cierto, crudo, veraz:

"¿Alguien se imagina a un profesor de instituto español limpiando coches por las tardes mientras le consume un cáncer de pulmón? Sería ciencia ficción. Aunque puestos en el peor de los futuros posibles –ese mundo injusto, desigual e individualista al que Europa pretende imitar–, más bien puede parecer una serie de anticipación". (Lee el post completo de Ignacio Escolar ‘El futuro’, dedicado a los derechos fundamentales conseguidos en España y en Europa, como el de la sanidad pública).

3 comentarios:

Fernando dijo...

Me alegro mucho de que Andrés esté bien y suscribo todo lo dicho en tu post. ¡Un abrazo fuerte!

Emma Pérez-Romera dijo...

Estamos muchos defendiendo la sanidad pública y también la educación. Lo que nos ha costado tanto en conseguir, con el esfuerzo de tantos que ya no están, no se puede eliminar de un plumazo a cuenta de "la crisis".
Gracias por el post, por la reflexión y por compartirlo.
Besitos a Andrés!
:-)

Unknown dijo...

Sí, te sigo. Sobre todo tras escuchar ayer en la sobre mesa a un par de familiares con más de 80 años explicarnos como era la sanidad en los 40 y 50.. El mejor gallo para el sr Médico....
Saludos y lo dicho, "m´alegro"

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